En septiembre de 2012, una delegación de ciudadanos de
diversos países se constituyó para promover la paz con justicia en Siria. La
idea básica, concebida por Leo Gabriel, antropólogo social y periodista en
Austria, pronto fue adoptada por activistas pacifistas de Grecia, Italia y
Alemania. Creían que, como ninguno de los dos lados del conflicto podría ganar
esta guerra civil militarmente, tendría que haber un diálogo político, que
podría conducir a un reparto del poder, como resultado de las negociaciones.
Se establecieron contactos en Siria con el gobierno y con
diversos grupos de la oposición, así como con la resistencia en el Líbano,
Turquía y otros lugares de Europa. Líderes religiosos, organizaciones
relevantes y organismos internacionales fueron encontrados dentro y fuera de
Siria. Los 13 miembros de la delegación de 9 países europeos y
latinoamericanos, permanecieron en Damasco del 2 al 8 de junio de 2013 donde
fueron recibidos por varios funcionarios de todos los niveles del gobierno,
incluyendo el presidente y por varios partidos de oposición autorizados por el
gobierno, así como por el Gran Mufti, jefe de los Sunitas en Damasco, y por
grupos cristianos. Algunas consideraciones acerca de la situación, sus causas y
posibles soluciones van descritas a continuación.
1. Una situación dramática
Según la oficina de las Naciones Unidas en Damasco, de una
población de 21.377.000, hay más de 8,8 millones de personas en Siria que están
necesitando ayuda y entre ellos, 4,25 millones son desplazados internos. En
abril de 2013, los refugiados en el extranjero se estimaban en 1,4 millones de
personas. Pero si sigue el mismo ritmo de salida, la cifra podría alcanzar los
3,5 millones a finales de 2013, afectando particularmente a los países vecinos
como Líbano (donde más de la mitad de la población ahora está compuesta por los
refugiados de Palestina y Siria), Turquía y Jordania. Al mismo tiempo, hay
todavía más de medio millón de refugiados palestinos en Siria para los que las
Naciones Unidas están pidiendo una ayuda de emergencia de 200 millones de
dólares.
El número de muertes durante un período de poco más de dos
años es de 93.000, de ellos 6.500 niños, según un informe de la ONU fechado el
13 de junio de 2013. Hay 100.000 presos en las cárceles sirias y miles de
rehenes detenidos por grupos de la oposición armada. La economía está
seriamente afectada: la inflación se ha disparado, el desempleo se ha elevado
del 10,6 % al 34,9 % (aunque la vida sigue siendo mucho más barata que en el
Líbano). La libra siria se ha desvalorizado en un 67 %. Según la ONU, las
sanciones económicas han afectado considerablemente la situación de los
sectores más pobres de la población.
2. Propuestas de la delegación de paz
No se pueden encontrar soluciones políticas amplias, excepto
a través de negociaciones entre los diferentes actores del conflicto y por lo
tanto la Conferencia Ginebra2[1] debe ser alentada. Debido a los horrores de la
actual situación y el sufrimiento de tantos inocentes, deben hacerse todos los
esfuerzos posibles. La delegación, convencida de que la continuación de la
acción militar no es ninguna solución, hizo algunas sugerencias para ayudar a
crear mejores condiciones para las negociaciones políticas más amplias, en
particular: la puesta en marcha de zonas locales de no-violencia alrededor de
hospitales, escuelas, lugares religiosos o históricos, con la ayuda de la Media
Luna roja y las Naciones Unidas; la liberación de ciertas categorías de presos
(por el gobierno) y de rehenes (por la oposición), como las personas de la
tercera edad, menores, mujeres y finalmente la organización, en Viena, de una
Conferencia internacional, dando a la sociedad civil Siria, una oportunidad
para articular sus demandas, sobre la base de un estado laico, orientado a los
procesos democráticos y sin intervención externa. El contacto directo que hubo
la delegación con la terrible destrucción de esa guerra, con las condiciones
inhumanas de los campamentos de refugiados y con tantos traumatismos personales
causados por el conflicto creó una obligación moral de dar testimonio y actuar.
3. Evolución política en Siria
El partido Bass, fundado en 1947, ha estado en el poder
desde 1963 (en coalición) y, desde entonces, el país ha estado viviendo bajo
ley de emergencia. Hafez al-Assad tomó el poder por un golpe de estado en 1971.
El partido Bass está constituido principalmente por una clase media urbana y en
las primeras etapas hizo una alianza con el partido socialista. Debido a esta
composición social, varios cristianos de la misma procedencia de clase, han sido
miembros activos e incluso dirigentes del partido. La familia Assad es alauita,
un grupo minoritario que constituye el 12 % de la población y está situado a lo
largo de la costa mediterránea. Tradicionalmente, habían sido marginados en la
sociedad siria y encontraron cierta seguridad en el partido Bass. De hecho, los
objetivos del partido fueron la creación de un estado laico (incluso si el
Presidente debe ser un musulmán), la defensa de la unidad siria y de la
soberanía sobre la base del nacionalismo árabe y el establecimiento de un
sistema de protección social, educación y salud generalizada, la realización de
una reforma agraria y el desarrollo de una administración moderna. Siria
también ha sido miembro activo del movimiento de países no alineados.
Se autoproclamó socialista, pero sin lucha de clases y por
lo tanto se presento como una alternativa nacionalista árabe al Islam político.
Bajo el partido Bass, el país logró no depender solo de las actividades
extractivas (petróleo), sino también del desarrollo de un sector industrial. El
carácter secular oficial del estado ha facilitado una coexistencia
relativamente positiva entre varios grupos religiosos: sunitas (más de de 70
%), chiitas y cristianos, incluso si, de facto, el funcionamiento real de la política
y de la sociedad siguió líneas sectarias.
Sin embargo, en la aplicación de dichos objetivos, el
partido Bass se mostró incapaz de evitar varios obstáculos debidos a la
complejidad de la sociedad siria y a los efectos de la concentración del poder
político por una sola formación política. Aunque es importante la presencia de
alauitas en algunos órganos del poder, sigue siendo una minoría. En el Gobierno
de junio 2013, había 19 suníes, 6 alauitas, 2 cristianos y 2 chiitas. El primer
ministro era sunita. Desde 2006, el Vicepresidente ha sido una mujer, la
hermana del líder de los Hermanos Musulmanes en el exilio. Los suníes son
mayoría en las fuerzas de seguridad y en el ejército. Algunos clanes alauitas
se oponen a la familia Assad. Bajo los gobiernos del partido Bass, la represión
contra la oposición política ha sido severa (por ejemplo, la masacre de varios
miles de personas, muchos de ellos miembros de la Hermandad musulmana, en
Hamas, una ciudad del Sur del país, en 1982, después de la matanza de 80
cuadros alauitas en esta misma localidad). La corrupción también se convirtió
en una verdadera plaga.
Durante la Presidencia de Hafez al-Assad, la política
interna se orientó cada vez más a la derecha, mientras que la izquierda fue
eliminada políticamente. Se forjó una alianza con la burguesía sunita. Después
de la muerte de Hafez en 2001, su segundo hijo, Bashar, fue designado y elegido
Presidente, al morir su primer hijo en un accidente de automobil.
En 2005, el "socialismo de mercado" fue adoptado
oficialmente por el X Congreso del partido Bass y los subsidios estatales para
combustibles, alimentos y otros productos fueron eliminados. La economía se
abrió al capital extranjero. Las medidas neoliberales favorecieron el
desarrollo de una clase capitalista local, que acumuló grandes riquezas.
También se redujo la protección social, se reconcentro la propiedad de la
tierra, y se privatizaron los servicios públicos, especialmente en educación y
salud y, en consecuencia, se acentuaron las diferencias sociales. Un tratado de
Libre Omercio con Turquía resultó en la eliminación de numerosas pequeñas
empresas. El desempleo juvenil alcanzó el 35 % y en general las clases más
bajas empobrecieron. Al mismo tiempo, una grave sequía afectó la agricultura
durante cuatro años.
Esto creó las condiciones para que el islamismo político
desarrollara una base social, especialmente en las zonas rurales, que fue
alentado y ayudado por los países conservadores sunitas árabes (Arabia Saudita
en particular). Los Hermanos Musulmanes prohibidos volvieron lentamente entre
el pueblo sirio, participando al principio en acciones no violentas contra el
gobierno de Bashar al-Assad, que luchó contra la corrupción, pero que
políticamente no se abrió mucho. Bastantes líderes de la oposición fueron
encarcelados o mandados al exilio.
Siria tiene petróleo, no tanto como en Arabia Saudita,
Catar, Bahréin, Iraq, Kuwait e Irán, pero más que en Jordania o Turquía. La
compañía nacional sirio explota el 60 % del crudo, pero la producción ha disminuido
desde 1990. Las reservas de gas offshore son abundantes y crean interés por
parte de corporaciones multinacionales extranjeras. En 2008, el Presidente
Sarkozy de Francia obtuvo del Presidente Bashar al-Assad un perímetro de
búsqueda de gas natural en el mar Mediterráneo para la empresa petrolera
francesa Total. Siria es también un país estratégico para el transporte de
petróleo y de gas entre los países productores de la región y el Mediterráneo.
Un oleoducto fue construido en 1952, pero en 2003 fue bombardeado por la fuerza
aérea de los Estados Unidos y nunca reconstruido.
Hay que recordar que el gobierno sirio solo se opuso
débilmente a la segunda guerra E.E.U.U. contra Irak (en realidad una guerra
contra Saddam Hussein y la minoría sunita en el poder) y recibió un gran número
de refugiados iraquíes. También aceptó presos secretos de la CIA en su
territorio. Cuando, en 2011, la así llamada primavera árabe estalló en Túnez,
Egipto, Libia, Yemen y Bahréin, hubo también reacciones similares en Siria,
empezando en las ciudades, con exigencias de democracia política y de justicia
social.
4. El ascenso de la oposición
Hoy en día algunos miembros del Partido Bass reconocen que
varias de las reivindicaciones del 2011 eran legítimas, especialmente en el
campo social. Sin embargo, las autoridades gubernamentales también afirman que,
desde el primer día de las protestas, existián otros propósitos vinculados con
las fuerzas políticas islámicas (Hermanos Musulmanes y los yihadistas[2]) y con
intereses exteriores (Catar, Arabia Saudita y países occidentales). Para ellas,
la exigencia, por la oposición, de la salida política de Bashar al-Assad, quien
fue reelegido en 2007, como una precondición para las negociaciones, es
inaceptable. Comprensiblemente, no quieren someterse a experiencias semejantes
a la de Irak o Libia.
El conflicto se extendió con la intervención de cada vez más
actores nuevos hasta tal punto que se desarrolló una polifacética guerra civil,
en la que fuerzas interiores se mezclan con poderes externos. Se nota un número
creciente de combatientes islámicos extranjeros por una parte y, en la otra, de
algunas fuerzas del Hezbollah de Líbano y chiitas de Irak del lado del
gobierno.
- Oposición exterior
Los grupos de oposición son numerosos, con diferentes
características socio-culturales, objetivos y conexiones internacionales. Dos
corrientes principales prevalecen. Una puede ser considerada como la heredera
de las primeras reacciones del 2011, semejantes a las de otros países árabes.
La otra es de inspiración wahabí (los yihadistas).
1. La primera corriente está constituida por dos movimientos
armados. El Ejército sirio libre, con reivindicaciones principalmente laicas y
democráticas, empezó como una lucha armada de tipo guerrilla, especialmente en
Homs y Alepo y también operó bajo cuerda con pequeños grupos de yihadistas. Fue
fundado el 27 de julio de 2011 por desertores del ejército sirio. Al principio
estaba poco armado (con solo pequeñas armas compradas principalmente en el
mercado negro). El número de combatientes es estimado en unos 20.000, aunque el
movimiento declare muchos más. Ha recibido ayuda de los países del Golfo, y
también de EE.UU, Reino Unido y Francia, especialmente con el suministro de
equipos de comunicación. Tiene bases y campos de entrenamiento en Turquía y
Jordania.
El otro grupo es el Batallón de Farouk, principalmente
Hermanos Musulmanes y que afirma tener 10.000 combatientes. Es financiado
especialmente por Catar y Turquía. Por su parte, las milicias kurdas defendiendo
la autonomía regional, hablan también de 10.000 combatientes.
2. La segunda corriente bajo influencia salafista radical y
partidaria de la guerra sagrada para establecer un islam ortodoxo, no solo está
luchando contra el gobierno sirio, sino que reivindica el establecimiento de un
estado islámico. Siendo sunitas, piden explícitamente la expulsión de los
cristianos y la eliminación de la minoría chiita. Están abiertamente apoyados
por Arabia Saudita, que según fuentes estadounidenses, se ha gastado ya varios
billones de dólares para este propósito y está contratando miles de
voluntarios.
El movimiento armado líder de esta segunda rama de la
oposición, es el Jabhat al Nusra, considerado como una rama de Al Qaeda y por
lo tanto definido como un grupo terrorista por el gobierno estadounidense. Un
segundo, Ahrar al Sham, no está vinculado con Al Qaeda, pero opera junto con
al-Nusra no oficialmente. También existía un tercero movimiento, el Majis Shura
al-Mujahedin que se originó en Afganistán pero fue disuelto después de que su
líder fuera asesinado y sus miembros se unieron a los otros dos movimientos. Es
fines de 2011 que el Islam State of Iraq y el Levante (ISIS o Al-Dawla, en
árabe) intervino para crear Jabhat al-Nusra y desde el principio él ha atraído
yihadistas del exterior. En Abril 2013, ISIS ha querido absorber al-Nusra, pero
fue un fracaso, este último declarando su fieldad a Al Qaeda. Sin embargo,
muchos Sirios del Islam radical eligieron el ISIS.
Por supuesto, es difícil estimar el número de reclutas
externos de estos movimientos radicales. Un abogado de Túnez, al tratar de
establecer contactos entre los jóvenes islamistas tunecinos que habían sido
arrestados por el gobierno sirio y sus respectivas familias, considera que
únicamente de este país el número ronda los 2.000. Son generalmente hombres
jóvenes, a veces muy jóvenes, y sin empleo. Añadiendo los de otros países
musulmanes sunitas (incluyendo de Líbano y hasta de Rusia y Europa), las cifras
de más de 20.000 combatientes para el ISIS y de 10.000 para al-Nusra son
citadas por diferentes fuentes. Algunos otros pequeños grupos también cogieron
las armas representando entidades locales o clanes o solamente siendo
delincuentes, lo que dificulta el establecimiento de contactos.
A partir de la segunda mitad de 2013, las hostilidades entre
el Ejército Sirio Libre y el ISIS se multiplicaron, en particular en las
ciudades del Norte, Raqqa, Azas, Hama, Alepo. También hubo combates entre
yihadistas sirios y extranjeros, en particular entre ISIS y Ahram al-Sham. La
situación para el Ejército Sirio Libre es más y más de dos frentes: uno contra
el Gobierno y uno contra los yiahadistas del ISIS. Estos últimos, después del
acuerdo entre los Estados Unidos y Rusia sobre las armas químicas, afirmaron
que eran los únicos defensores del pueblo sirio.
En Damasco, desde 2012 hasta mediados de 2013, coches bomba
y ataques suicidas han sido llevadas a cabo por grupos jihadistas contra
objetivos militares y políticos: el Ministerio de defensa (matando al
Ministro), los servicios de seguridad, el palacio presidencial, las oficinas
centrales del partido Bass el aeropuerto internacional, pero también contra la
Universidad, la oficina de difusión de TV, los barrios cristianos y las plazas
públicas. Causaron cientos de víctimas.
3. Hay un órgano de coordinación de la oposición exterior.
La coalición nacional de Siria revolucionaria de las fuerzas de oposición (NCR)
fue fundada en Estambul en diciembre de 2012 tras una resolución de una
Conferencia celebrada en Doha, convocada un mes antes por los EE.UU, en un
esfuerzo por reunir a las distintas fuerzas de oposición. El NCR es una
ampliación del Consejo Nacional Sirio (SNC), fundada en Estambul en septiembre
de 2011 y es notoriamente dominada por los Hermanos Musulmanes, aunque las
corrientes democráticas y laicas también están presentes.
A mediados de 2013, tenía 114 miembros (se sumaron 51 a los
63 existentes antes de esta fecha) con 12 de los grupos con orientación laica,
14 de los activistas revolucionarios (1 por provincia) y 15 de los grupos
civiles respaldados por el Ejército sirio libre. Las organizaciones yihadistas,
Jablat el Nusra, Ahrar al impostor y la oposición interna no están
representadas en la Coalición nacional. Su postura es clara: exigen la caída
del gobierno de Assad y están a favor de una intervención internacional, porque
temen encontrarse en mala postura para poder aceptar participar en la eventual
Conferencia Ginebra2.
La Coalición nacional fue inmediatamente reconocida por el
Consejo de cooperación del Golfo (Arabia Saudita, Catar, los Emiratos Unidos) y
Francia, seguido poco después por los Estados Unidos y el Reino Unido. Creó una
organización de ayuda, La unidad de asistencia y coordinación, que tiene
grandes dificultades en actuar en el terreno, así como no ha sido capaz de
constituir un gobierno en las zonas liberadas. En diciembre de 2012, también
como resultado de la Conferencia de Doha, fue fundado el Grupo Amigos de Siria
para coordinar la ayuda extranjera. Ya en febrero de 2012, Nicolás Sarkozy
había tomado la iniciativa de convocar una reunión en Túnez para coordinar la ayuda
exterior a la oposición. La organización tiene ahora su sede en Marrakech
(Marruecos).
Demasiadas contradicciones internas dentro de la NCR han
impedido la definición de un verdadero proyecto político, aparte el de pedir la
caída del gobierno de Bachar el- Assad y de estar a favor de una intervención
como en Libia. En mayo de 2013, la NCR se reunió dos semanas en Estambul. Una
Asamblea ampliada de 114 delegados fue constituida con mejores conexiones con
el Ejército Sirio Libre, pero no consiguió muchas propuestas nuevas. Su
presidente renunció el mismo mes, al estar a favor de las negociaciones con los
sectores moderados del gobierno y al protestar contra la exagerada presión
exterior sobre el organismo.
Cualquier análisis de estos grupos tiene que tomar en cuenta
también la dimensión de clase. La resistencia urbana es más de origen de la
clase media (también es verdad de la oposición política interna autorizada).
Virtualmente no hay expresión política de las clases trabajadoras, los
sindicatos y otras organizaciones trabajadoras habían sido debilitados, cuando
no eliminados por la orientación neoliberal de la economía y la hegemonía
social y política del partido Bass. Se debe añadir que en las zonas controladas
por la oposición hubo un desmantelamiento industrial, varias fabricas
trasladadas en Turquía. Como ya mencionado, el pueblo empobrecido,
especialmente la clase pobre campesina, constituye la base social para los
Hermanos Musulmanes y también para los grupos islamistas radicales, aun cuando
el liderazgo está en manos de organizaciones religiosas o jóvenes
intelectuales. La clase capitalista local ha favorecido las políticas
neoliberales y todavía apoya, en su mayoría, al partido Baas.
Varias deserciones tuvieron lugar dentro del grupo
gubernamental, hasta los niveles ministeriales y son ahora activas fuera del
país, en Líbano, Turquía, Egipto, Jordania y Europa. Miembros del ejército
también desertaron, oficiales (dos docenas de generales) y soldados y la
mayoría de ellos se unió al Ejército Sirio Libre, donde muchos de ellos ocupan
altos mandos militares.
A mediados de 2013, el país estaba casi dividido en dos, de
manera similar al periodo del mandato francés (varios estados, los principales
siendo el estado de Alepo y el estado de Damasco). Del 60 al 70 % del norte
está en manos de la oposición, con consejos regionales en varias ciudades. Los
rebeldes ocupan los centros de las ciudades cercadas por posiciones del
ejército sirio. El sur está en mayor parte bajo control del gobierno. Sin
embargo, retazos de ambos existen en todas las regiones y la lucha se está
extendiendo por todo el territorio, sin hablar de las rivalidades entre grupos
opositores a partir de 2013.
- Oposición política interna
También hay una oposición política interna. Son organizaciones
políticas con varias tendencias: liberales, socialdemócratas, comunistas, que
están autorizadas por el gobierno. Un nuevo partido ha sido creado últimamente
por un grupo de profesionales y empresarios cristianos, integrando también a
musulmanes sunitas, para la promoción de un estado laico con democracia. Siete
de estos partidos están representados en el Parlamento desde la reforma
constitucional de 2012. Varios de sus líderes habían sido previamente
encarcelados y algunos hasta torturados. Sin embargo, tienen esperanza de ser
parte del proceso político, especialmente si hubiera elecciones con supervisión
internacional, como lo propuso el gobierno para las elecciones presidenciales
del 2014.
En junio de 2011, algunos de los partidos de la oposición
formaron un órgano de coordinación: el Comité de coordinación nacional para el
cambio democrático, con sede en Damasco. Su plataforma está en contra de la
intervención militar exterior y a favor de un estado laico así como de una
desmilitarización de la vida política. Este organismo coordina 13 partidos de
la ala izquierda, 3 partidos kurdos y algunas organizaciones de juventud. Lo
que les une tiene que ver con una solución política al conflicto a través del
diálogo con el gobierno y al temor de la influencia dominante de los Hermanos
Musulmanes en la coordinación de la oposición del exterior, la NRC.
4. La reacción del gobierno sirio
Cuando se enfrentó con la rebelión principalmente urbana del
2011, el gobierno de Bashar al-Assad propuso algunas reformas, en ambos campos
económico y político. Las nuevas medidas económicas fueron implementadas a
favor de los sectores vulnerables de la población y una acción contra la
corrupción fue decidida. Se abolió la ley de emergencia de 1963, se dio más
espacio a los medios de comunicación y cientos de presos fueron liberados. Pero
probablemente fue demasiado poco y demasiado tarde.
Muy rápidamente, por causa de la extensión de la oposición,
hubo un cambio de política. La respuesta del gobierno fue de aplastar a los
rebeldes, especialmente aquellos apoyados desde fuera. La reacción de las
autoridades políticas, relativamente suave al principio, según fuentes
gubernamentales, se volvió increíblemente violenta e incluso brutal. No solo la
policía estaba involucrada sino también el ejército y la milicia (los Shabihas,
grupos de defensa civil, según el gobierno, paramilitares vinculados a los
servicios secretos, según la oposición) y, desde finales de 2011, se produjeron
bombardeos aéreos en zonas controladas por los rebeldes en varias ciudades.
Verdaderas masacres se perpetraron, como en Hama en 2011 y
en Houba en 2012, que fueron unánimemente condenadas por el Consejo de
seguridad de la ONU (también por Rusia y China). Mes tras mes, miles de
personas fueron asesinadas en todo el país y cientos de miles desplazadas.
Sería claramente erróneo culpar solo al gobierno, al ser la oposición armada
también grandemente responsable, especialmente los grupos yihadistas con sus
acciones terroristas y repugnantes maneras de llevar a cabo la guerra, sin
mencionar las potencias exteriores que los arman. Entre todos ellos se está
desarrollando una verdadera guerra civil.
El uso de gas letal a medios de 2013, por el ejército sirio,
como afirmaron los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, no ha sido
confirmado por las Naciones Unidas, que incluso contempló la posibilidad de su
uso por los rebeldes (como indicó Carla del Ponte, jefa de la Comisión de
investigación de la ONU en Siria). El Gobierno negó cualquier responsabilidad.
El precedente de los EE.UU y del Reino Unido anunciando la posesión por Irak de
armas de destrucción masiva, afirmación falsa creada para justificar su
intervención planificada, hizo necesario el empleo de una gran prudencia sobre
el tema.
La masacre de más de 1000 civiles, incluido muchos niños,
con armas químicas del 21 de Agosto 2013, en Guta, un suburbio de Damasco,
cuando una comisión de las Naciones Unidas estudiando el primer incidente,
estaba en el país, fue atribuida al Gobierno sirio por los Estados Unidos,
Francia y Gran Bretaña. El Gobierno sirio, por su parte, acusó a los rebeldes,
lo que fue también la posición de Rusia. Las dos partes dicen que tienen
pruebas. Los presidentes de los Estados Unidos, de Francia y el primer ministro
de Gran Bretaña afirmaron que un bombardeo de objetivos específicos (sin el
envío de tropas en el terreno) era necesario para castigar el Gobierno de Siria.
Los países árabes eran divididos, Arabia Saudita, Catar, Jordania a favor,
Iraq, Argelia y también Irán en contra. La opinión pública mundial se manifestó
mayormente en contra de un bombardeo en Siria, aún en Francia y en los Estados
Unidos. Instancias religiosas como la Conferencia episcopal norte americana
manifestaron su oposición y el Papa Francisco mismo organizo un día de ayuno y
de oraciones para evitar el uso de la violencia.
La propuesta de Rusia de una destrucción de las armas
químicas de Siria fue aceptada por el Gobierno de este país, que anunció
también su decisión de firmar la Convención sobre Armas químicas de las
Naciones Unidas. Los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña aceptaron la
propuesta rusa, lo que evitó la intervención militar. Se ha dado un plazo para
la destrucción de estas armas, hasta la mitad de 2014. El presidente Bashar
al-Assad declaro que la destrucción tomaría un año y costara 1000 millones de
dólares. Al mismo tiempo, Israel afirmó que no tenía ningún interés en entregar
su arsenal químico ni en firmar la Convención. El Gobierno sirio rechazó el
informe de la ONU sobre las armas químicas por ser tendencioso y basado
únicamente sobre testimonios opuestos al Gobierno. Rusia lo declaró unilateral
y anunció la entrega de un informe al Consejo de Seguridad.
Por su parte, la coordinación de la oposición externa estima
ser traída por un acuerdo que impide la intervención militar externa que estaba
reclamando y así debilitada. Por eso no quiere participar a una conferencia Ginebra2,
especialmente si el Gobierno sirio está presente. En septiembre 2013, el
Gobierno sirio reafirmo su deseo de una solución negociada, con un periodo de
transición y elecciones verificadas por la comunidad internacional.
El 7 de mayo de 2012, elecciones fueron organizadas en
Siria. La participación fue del 51,26 %. Siete partidos de oposición fueron a
las urnas. De los 250 escaños, 134 fueron al Partido Baas (Partido socialista
árabe del renacimiento), 39 a otros partidos (18 al partido socialista árabe,
antiguo movimiento disidente del partido Baas); 11 a los dos partidos
comunistas) y 77 a candidatos sin partido. Los seis partidos, que con el
partido Baas, forma el Frente nacional progresista, ganaron 160 escaños juntos,
un resultado que les dio la mayoría.
A partir de 2012, la respuesta del gobierno fue de
implementar un conjunto de acciones políticas y militares. Hay claramente dos
tendencias entre las autoridades políticas del país, uno que quiere seguir con
la solución militar, en base en la superioridad de las fuerzas armadas sirias y
que se justifica por el incremento de la intervención exterior, y otra que está
abierta a una solución política y una posibilidad de diálogo. En todo caso, el
gobierno ha decidido participar a la Conferencia Ginebra2 si es invitado y el
Ministro designado para representar a Siria declaró que el gobierno está
abierto a la discusión.
Nos guste o no, tenemos que reconocer que el bombardeo
israelí en Siria, el empeoramiento de las consecuencias sociales del embargo
occidental, las atrocidades cometidas por los yihadistas, la intervención de
los países del Golfo, el anuncio de un próximo suministro de armas a los grupos
rebeldes por los Estados Unidos y algunos países europeos y la amenaza de
acción militar directa de parte de los Estados Unidos, de Francia y de
Inglaterra: todo esto contribuye a fortalecer la posición política de Bashar
al-Assad. Las amenazas imperialistas y la imposición de un poder islámico
radical aparecen como tareas prioritarias.
5. Dimensiones religiosas y étnicas
Es importante tener en cuenta que el conflicto sirio no es
en principio religioso, aunque tenga una dimensión religiosa. Los sunitas
constituyen la mayoría (80 %). Entre ellos no solo hay árabes, sino también
kurdos y turkmenos. Los chiitas están en minoría, algunos libaneses y otros
alauitas. Los cristianos, representando entre el 5 y el 10 % de la población,
son cristianos sirios (la mayoría), ortodoxos griegos, armenios, asirios,
levantinos y latinos.
No cabe duda de que, para los salafistas de origen sunita,
el aspecto religioso es fundamental, pero están en minoría y muchos de sus
combatientes en el conflicto presente vienen de fuera. Los alauitas constituyen
casi 3 millones de personas: son un grupo religioso sincrético muy antiguo,
influenciado por ambas creencias chiita y cristiana. Su esperanza del retorne
de Ali y su oposición a la legitimidad del califato (las monarquías sunitas)
derivan de la tradición chiita, aunque sus creencias en la Trinidad provienen
del cristianismo. Ellos también rechazan la sharia. Por estas razones han sido
por mucho tiempo marginalizados en el mundo musulmán. Durante el siglo XX,
fueron primero reconocidos como musulmanes por los sunitas y más adelante por
los chiitas como un grupo específico. La mayoría son pobres. Ven la
proclamación de un Estado laico como una garantía, porque temen el
establecimiento de una República Islámica. El hecho de que el presidente Bashar
al-Assad es alauita puede crear varios problemas, pero no es central en la vida
política. Los drusos es otro grupo sincrético dentro del Islam.
Es evidente que solo un Estado laico puede garantizar la
libertad religiosa, así como la coexistencia pacífica entre los diversos grupos
religiosos. El Gran Mufti sunita de Damasco afirma que la religión tiene que
estar separada del Estado y que la armonía entre los grupos religiosos es una
condición para la paz en el país, que tiene que estar garantizada por la
neutralidad del Etado.
La convivencia entre diversos grupos étnicos y religiosos en
el país: kurdos, cerca de la frontera turca, drusos cerca de Jordania, alauitas
en la costa mediterránea, debe ser protegida por una autonomía dentro de la
unidad del Estado sirio y ya es un hecho, legalmente o en práctica, en algunos
casos. Por ejemplo, los kurdos han alcanzado de facto una relativa autonomía
dentro del Estado sirio. Tienen también sus propias milicias que garantizan un
mínimo de orden en sus territorios. Como en todos esos países, las
instituciones oficiales políticas y sociales, que fueron inspiradas por las
estructuras del Etado occidental, de hecho funcionan según otros principios no
formales que corresponden a usos y costumbres tradicionales. Es el caso de los
clanes, pero también del acatamiento religioso. La futura reconstrucción de la
sociedad y nación en Siria tendrá también que tomar en cuenta esta realidad.
Claro que la integridad completa del país tiene que ser defendida contra las
tendencias separatistas en la fase actual del conflicto.
6. Intereses e intervenciones exteriores
- El Medio Oriente
Dentro de la región, Catar y Arabia Saudita apoyan
abiertamente a los grupos yihadistas, como en otras partes del mundo. En el
caso sirio, está relacionado también con la oposición a Irán (país chiita).
Estos Estados han sido aliados de los países del oeste para la explotación del
petróleo. Turquía y Jordania, también aliados de los Estados Unidos, ayudan a
todos los sectores de la oposición, ofreciéndoles formación a los combatientes
en su territorio.
Irán, país chiita no árabe, es un importante productor de
petróleo y el quinto productor mundial de gas natural. Ha establecido vínculos
en la región, en alianza con Siria y también contactos privilegiados con el
Hezbollah en Líbano y Hamas en Gaza, a los que está suministrando armas. Es una
forma de compensar su aislamiento en la región, frente a Arabia Saudita, Catar,
Kuwait, Bahréin y los Estados del emirato, las bases militares y navales de
Estados Unidos en el Golfo e Israel. Desde el comienzo del conflicto, Irán ha
intensificado su apoyo al gobierno sirio. Las nuevas autoridades del país,
después de las elecciones de 2013, se afirman claramente a favor de una
solución negociada y condenaron el uso de armas químicas.
En el Líbano, el Hezbollah, la principal fuerza militar en
el sur del país y la columna vertebral de la resistencia contra Israel, se ha
aliado a Siria. El movimiento es de composición chiita e Irán lo ayudó a través
de Siria. El Hezbollah ha justificado su intervención en el territorio sirio
desde 2013 por la necesidad de defender la minoría chiita (especialmente la de
origen libanés) que ha sido atacada por grupos rebeldes. También quiere apoyar
al régimen Baas que le ayudó en su lucha contra las invasiones israelíes.
Palestina es un tema ciertamente central en la región. La
expansión continua y la política racista de Israel han sido y siguen siendo,
una fuente de conflictos regionales. Los refugiados palestinos en Jordania,
Líbano y Siria son actores importantes de la económica y a veces ocasión de
desestabilización política, como lo fue en el Libano. La solidaridad y el apoyo
a la resistencia palestina es un tema permanente. Hamas, un aliado duradero del
gobierno sirio, cerró su representación en Damasco y ahora apoya a los
rebeldes. Es probablemente el precio a pagar para recibir ayuda de Catar.
Israel pretende ser neutral en el conflicto sirio. De hecho
actualmente no está disgustado de ver un conflicto interno en el mundo árabe.
En 1967, durante la guerra de los Seis Días, ocupó las alturas del Golán,
expulsando a 150 000 sirios. En 1973, Siria y Egipto lanzaron una ofensiva para
reconquistar el Sinaí y el Golán. Hoy en día, Israel sigue ocupando las alturas
del Golán, que son parte del territorio sirio y que ahora proporciona agua a
Israel. Se ha tratado de negociar algún acuerdo con Siria sobre el asunto, pero
hasta ahora sin éxito. En varias ocasiones Israel bombardeó el territorio sirio
y en 2013, hubo dos bombardeos en Damasco, causando víctimas. La intención era
destruir armas destinadas a Hezbollah. Esto también es considerado como prueba
de que Israel controla el espacio aéreo de la región. Hasta ahora, la reacción
de Siria solo ha sido verbal.
Egipto, bajo el liderazgo de los Hermanos Musulmanes rompió
relaciones diplomáticas con Siria en 2013, probablemente porque el país,
enfrentándose a una grave crisis económica, necesitaba inversiones de capital
de Catar y Arabia Saudita. Túnez, también con los Hermanos Musulmanes en el
poder, ha expresado su desacuerdo con el gobierno sirio. Marruecos, como
hemosdicho es ahora la base del grupo de amigos de Siria.
Como ya se mencionó, en 1939 Turquía recibió de Francia la
provincia de Hatay, que había sido uno de los principales centros de la
resistencia anticolonial. Hoy es el sitio de varias bases de los Estados
Unidos. El actual gobierno turco y el partido AKP en el poder están ayudando a
la oposición exterior siria, y hasta los radicales, usando cada vez más los
argumentos del islamismo sunita.
La Liga Árabe tomó posición contra el gobierno sirio muy
pronto, con la excepción de Libia (bajo el poder de Gadafi en ese momento) e
Irak. El Consejo de cooperación del Golfo se ha formado para ayudar a la
oposición: Bahréin, Kuwait, Arabia Saudita, Catar, Omán, los Emiratos, más
Marruecos y Jordania. Los canales de televisión de Al Jazeera (Catar) y Al
Arabiya (Arabia Saudita) adoptaron las posiciones de sus respectivos países.
Todo esto refleja el aislamiento del gobierno sirio en el mundo árabe.
- Los países occidentales
Las potencias occidentales, los EE.UU., la Unión Europea, y,
en particular Francia, que bombardearon Damasco en 1945, antes de otorgar la
independencia a Siria en 1946 y el Reino Unido, son todos actores en el
conflicto. El papel histórico de las potencias coloniales en la región,
interpretada por los franceses y los británicos tras el desmantelamiento del
Imperio otomano, es bien conocido (el acuerdo Sykes-Picot). Repartieron este
enorme territorio entre ellos mismos, que es por lo cual Siria cayó bajo poder
francés e Irak fue atribuido a los británicos. Ellos se unieron para luchar
contra el nacionalismo árabe. Después de la segunda guerra mundial, en 1956,
atacaron juntos Egipto que había nacionalizado el canal de Suez.
Los EE.UU. vinieron más tarde con sus intereses económicos.
Durante un largo periodo, las corporaciones del petróleo han estado compitiendo
por la extracción del petróleo y del gas en la región. Siria ha sido
estratégicamente importante para el control del Oriente Medio y para el
transporte del petróleo y del gas al oeste. Desde el final de la segunda guerra
mundial el nacionalismo árabe (y persa) ha sido considerado por los países
occidentales como el principal peligro para su hegemonía en la región, de ahí
su apoyo a los grupos islamistas. Esto aumentó durante la guerra fría contra la
Unión Soviética, como es evidente en el caso de Afganistán, donde los Estados
Unidos se aliaron con Bin Laden, fundador de Al Qaeda. Sin embargo el drástico
cambio de situación, tras los ataques terroristas en los Estados Unidos y
Europa, dificulta que los países occidentales apoyen abiertamente a las fuerzas
rebeldes radicales islamistas en Siria.
También es importante tener en mente el papel de varias
fundaciones estadounidenses que han actuado, en diferentes etapas de la
historia reciente, dentro y fuera de Siria, como la National Endowment for
Democracy, fundada por Ronald Reagan; la Freedom House (Zbigniew Brzezinski,
Steve Forbes, Samuel Huntington, Paul Wolfowitz);el Council on Foreign
Relations (Henry Kissinger, Colin Powell); Albert Einstein Institute (Robert
Helvey);el Open Society Institute (George Soros); Otpor, etc... Varias de ellas
son directa o indirectamente financiadas por fondos públicos de los Estados
Unidos.
La Unión Europea ha decidió levantar el embargo sobre armas
para los rebeldes desde agosto de 2013. Alemania no estaba conforme, al creer
que esto solo prolongaría la guerra y que era difícil distinguir en el terreno
la oposición democrática de la radical islamista. Laurent Fabius, Ministro de
Asuntos Exteriores francés declaró que si el ejército gubernamental sirio sigue
con su ofensiva contra el norte, la Conferencia Ginebra2 no se celebrará. La
decisión de los Estados Unidos de enviar armas a los rebeldes, pretende
restablecer el equilibrio militar, después de la reconquista de la ciudad
estratégica de Qusayr, en el centro del país. En mayo de 2013, las maniobras
militares fueron organizadas en Jordania, con 8.000 hombres de los países de
Estados Unidos, Europa y árabes "para un posible futuro combate en
Siria". La amenaza de bombardeos como reacción a la utilización de armas
químicas, según los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, por las fuerzas
gubernamentales, sigue vigente. No se debe olvidar que los Estados Unidos
poseen 40 bases militares en la región, entre el Este de la Mediterránea y
Pakistán, entre ellas la más grande al exterior de su territorio, en Catar.
El grupo Amigos de Siria se reunió nuevamente en junio de
2013 en Doha y decidió abrir una vía de ayuda militar a través del Consejo
militar supremo de las fuerzas opositoras. Sin embargo, para la implementación
actual, eso ha derivado en una especie de "división del trabajo",
Arabia Saudita ayudando a los grupos radicales, Catar y los demás países árabes
los Hermanos Musulmanes y el oeste, la oposición democrática.
Rusia y China, también actores en la región, están opuestas,
como miembros del Consejo de seguridad con poder de veto, a cualquier
intervención militar extranjera en Siria. Es cierto que habían aprobado el
establecimiento de una zona de no vuelo sobre Libia con fines humanitarios.
Pero el uso de esta medida por las fuerzas de la OTAN para destruir el régimen
libio les llevó a oponerse al mismo proceso en Siria. La acción de Rusia fue
central para impedir los bombardeos en retaliación contra el uso de armas
químicas atribuido al Gobierno sirio. Sus intereses, sin embargo, son también
importantes. Rusia, heredera de la antigua URSS, tiene un tratado de amistad
con Siria, que fue firmado en 1979 e implica cooperación militar. Tiene una
base de apoyo naval en Siria, permitiendo su presencia en el mar Mediterráneo,
como contrapeso ahí a la presencia estadounidense. Para China, el petróleo de
Irán es vital y Siria es la clave de la estabilidad en la región.
7. Peligros y esperanzas para el futuro
Hay tres procesos lógicos principales a la obra en el
conflicto sirio, que son a menudo claramente entrelazados, y son también la
fuente de los tres principales peligros. El primero es el internacional,
involucrando consideraciones geoestratégicas e intereses económicos. Es la
confrontación por el control del Oriente Medio entre el oeste (EEUU y UE, a
través de la OTAN e Israel) por una parte y Rusia y China por otra. Aquí Siria
es un elemento crucial. La sumisión del país podría significar también la
posibilidad de controlar a Irán, con la colaboración de los países del Golfo,
permitiendo así la hegemonía completa en la región.
El segundo es regional. Los Estados islamistas sunitas y los
administrados por los Hermanos Musulmanes temen la Constitución de un eje
chiita compuesto por Irán, el sur de Irak y el Hezbollah en Líbano, con la
ayuda de Siria, como Estado laico en medio. Una verdadera guerra religiosa
puede desarrollarse aunque no haya sido el origen del conflicto.
El tercero es el conflicto sirio interno, entre un proyecto
laico (gobierno u oposición) y uno islámico. En el último, hay dos corrientes
compitiendo, los Hermanos Musulmanes y los islamistas radicales (una minoría
pero con fuerte ayuda externa). Esto también esta degenerando en una
confrontación armada entre los grupos de oposición en Siria (laicos contra
yihadistas y aún entre Hermanos Musulmanes y radicales islamistas), vinculada
con la dimensión regional.
La única esperanza para el futuro de Siria se encuentra en
una solución política. Se han logrado algunos pasos. La Conferencia de las
Naciones Unidas de Ginebra1 había elaborado la base para una resolución del
conflicto por medios otros que militares, con un período de transición. El ala
moderada del gobierno acepta negociaciones, aunque la radical (probablemente
dominante a la mitad de 2013) está a favor de una solución militar. En todo caso,
el gobierno sirio ha aceptado participar en la Conferencia de Ginebra2, si ella
se realiza y ha designado un ministro a este efecto..
Parte de la oposición siria está a favor de una solución
política, aunque la mayoría exige una intervención militar para suprimir al
actual régimen. Divergencias existen también entre los dos organizadores de la
Conferencia sobre la participación de Irán. De todas las formas el G8 ha dado
su apoyo unánime a Ginebra2.
También se propuso organizar una conferencia de la 'sociedad
civil' para la reconciliación y la reconstrucción del país. Algunas medidas
humanitarias inmediatas están en la agenda. Todo esto puede parecer signos de
esperanza muy tenues, pero existen.
Todo debe hacerse para detener las matanzas y los sufrimientos
del pueblo sirio y esto es realmente urgente. La solución política es la única
y esta posición parece progresar en la opinión pública mundial. A pesar de la
voluntad bélica del Gobierno del presidente Obama y de los Gobiernos de Francia
y Gran Bretaña, se puede esperar que las dos conferencias, de Estados por una
parte (Ginebra) y de la “sociedad civil”, por otra (Austria) podrán aportar una
solución al conflicto.
FUENTES
Entrevistas
En el Líbano con el Ministro de asuntos exteriores, representantes
del Hezbolá, Caritas Líbano, partido comunista del Líbano, el Presidente del
Consejo Árabe, un responsable de la ONU, un ex ministro del gobierno sirio,
periodista cristiano libanés. En Siria, con el Presidente y miembros de la
Presidencia, el Viceministro de asuntos exteriores, el Viceprimer Ministro de
asuntos económicos, el Ministro de información, el Presidente del Parlamento,
el Gran Mufti de Siria, representantes de tres partidos políticos de la
oposición interna (incluido uno de los partidos comunistas). Algunos miembros
de la delegación encontraron delegados de la Coordinación opositora en Turquía,
oficiales del Ejército libre sirio en Alepo y representante de los kurdos.
Fuentes escritas
Burgat, François (2013), Le printemps syrien au prisme de
ses prédécesseurs, in Un printemps Arabe?, Presses de l'Université de Rennes.
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Oposición, Neue Zürcher Zeitung, 18.04.13
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Malas, Nour (2013), As Syrian islamist gain, It’s rebel
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Malas, Nour, Rebel-on Rebel Violence Seizes Syria, The Wall
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Merchet, Dominique, la France n’est pas en position de force
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Rémy, Jean-Philippe et Van der Stockt (2013), Aux frontières
du Conflit, Le Monde, O1.06.13
Las Naciones Unidas (2013), Syria: Humanitarian needs
Overview, The Humanitarian Needs Overview, 28.04.13.
Wikipédia 2013), Guerre civile syrienne, 30.05.13.
Instituto Nacional de Estudios Superiores (IAEN), Quito, 29
de septiembre de 2013
(Artículo preparado para la revista Patria. Revista de la
Defensa, del Ministerio de Defensa del Ecuador de octubre 2013)
[1] Se trata de una conferencia internacional en el cuadro
de las Naciones Unidas y patrocinada por los Estados Unidos y Rusia. Esta
conferencia (Ginebra2) estaba prevista para julio 2013, pero el desacuerdo
entre las dos potencias mundiales impidió su realización. La primera
conferencia (Ginebra1) había previsto en 2012 un plan político de resolución
del conflicto, que no encontró el acuerdo de las partes implicadas.
[2] Dentro del islam existen varios corrientes. Primero hay
los sunitas (rama que acepta la tradición política del califato y las
monarquías oficialmente descendentes del profeta) y los chiitas que esperan el
retorno de Ali, uno de los descendentes de Mohamed, que desapareció en el siglo
VIII. Los salafistas son una corriente del sunismo, que tienen una ala radical
de islamismo político. Los wahabistas son un movimiento islamista radical
fundado en el siglo 19 en Arabia Saudita. Se llaman yihadistas, todos los que
promueven una guerra sagrada para establecer el islam radical. Los Hermanos
Musulmanes fueron fundados en 1928 en Egipto. Durante la pre-guerra fueron
cercanos de los movimientos fascistas europeos. Sus métodos de funcionamiento
son bastante autoritarios. Sus fuerzas dentro de las masas ruralesen particular
provienen de la organización de servicios de asistencia social para los más
pobres. Con el presidente Mursi en Egipto han ejercido el poder durante un año
y después lo perdieron bajo una reacción popular masiva, apoyada por el
ejército. Esta corriente está en el poder en Tunisia y Turquía. Forman la
mayoría de la oposición exterior no-yisahista de Siria.
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