miércoles, 2 de octubre de 2013

Refugiados sirios sufren con la discriminación en Líbano

Refugiados sirios cruzan la frontera con Irak e
n la región kurda Foto: Reuters en español
Libaneses y egipcios creen que la gran afluencia de refugiados sirios, obligados a abandonar sus casas después de dos años y medio de guerra civil, amenaza la seguridad nacional de sus respectivos países. La investigación de las organizaciones de derechos humanos ha señalado que los ciudadanos sirios en esta condición son objeto de racismo y discriminación. La investigación sale a la luz poco después de que la Agencia para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) afirmara que los refugiados de Siria ya superaron los dos millones de personas.

Según la ONU, 97% de los refugiados buscaron protección en los países con los que Siria hace frontera - Jordania, Turquía, Irak y Líbano. El flujo de sirios causó enormes consecuencias para la infraestructura, la economía ya la sociedad de estos países, lo que genera tensión entre la población local y los desplazados.

En agosto, una encuesta realizada en el Líbano por la Fundación de Investigación Fafo mostró que el resentimiento hacia los sirios está aumentando y está vinculado, principalmente, a los problemas socioeconómicos. Líbano tiene una población de más de cuatro millones de personas, con más de 700 mil sirios viviendo en su territorio. Según la encuesta, el 82% de los libaneses acusan a Siria de "robar" sus puestos de trabajo. Muchos muestran descontento hacia los empleadores, quienes preferirían los trabajadores sirios porque se conformarían con salarios más bajos.

Para el 50% de los libaneses, el apoyo financiero a los sirios ha sido “injusto”, mientras que el 70% de los encuestados se sienten incómodos al compartir una comida con los refugiados sirios. También de acuerdo con el estudio, el 54% de los libaneses creen que su país debería  prohibir la entrada de los refugiados sirios.

En Egipto, una encuesta similar mostró que la discriminación hacia los desplazados ha aumentado, aunque en menor número. De acuerdo con medios egipcios, el gobierno ha negado la entrada a los sirios, incluso rehusando emitir visados a los que llegan en vuelos desde Siria. "Por hacer frontera con Siria, Líbano es donde los números (de refugiados) son más expresivos y los casos (de discriminación) más aparentes", dijo Ali Khadri, activista libanés de derechos humanos.

Discriminación y aislamiento

El sitio Haitham Mansour, 29 años, se escapó de Siria hace nueve meses y ha trabajado en la construcción civil, lavado de coches y lavanderías en Beirut e inmediaciones. A Terra, Mansour confesó que la relación con los libaneses se ha deteriorado a medida que la situación de seguridad en Líbano decae y la economía sufre con la falta de turistas y otros problemas sociales. “Los libaneses nos miran y podemos adivinar lo que piensan. Es visible la incomodidad de algunos con nuestra presencia”, dijo el sirio, oriundo de Damasco.

Mansour relató un episodio en el que fue impedido ingresar en una cafetería, donde fue con un amigo fumar el tradicional narguile. "El portero, un libanés, nos dijo que los sirios no éramos bienvenidos en el hotel y que regresásemos a nuestro país", dijo. El refugiado cuenta que su caso no es aislado y que otros amigos han sufrido la misma discriminación.

Natural de Homs, Mohamed Zahran, 34, dijo, que si bien hay discriminación, por otro lado también se encuentra comprensión. “No sabría decir si la mayoría está en contra, pero están los dos lados; hay buenos y hay malos”, dijo Zahran, quien trabaja como portero en un edificio en la capital libanesa Beirut.

La encuesta también mostró que alrededor del 61% de la población libanesa no confía en el pueblo sirio, diciendo que "se sienten incómodos en tener a un sirio como un vecino". El sentimiento de discriminación cobró más evidencia entre el 82% que dijeron no sentirse felices al ver a un familiar casándose con un sirio.

Para 90% de los encuestados, el conflicto en Siria ha generado un impacto negativo sobre la capacidad del gobierno libanés de gobernar y proteger a sus ciudadanos. "Es normal que se sientan así, pero no hemos sido nosotros (los refugiados) los que han traído el conflicto al Líbano. Han sido los libaneses, quienes apoyan los dos lados, que han dejado el conflicto entrar en el país", enfatizó Zahran.

Fronteras abiertas

Desde julio, el gobierno libanés ha creado medidas más estrictas en los puestos fronterizos para permitir la entrada de los sirios, lo que hizo que las principales ONG acusaran a Líbano de discriminar y ceder a un chantaje político. El gobierno, sin embargo, negó las acusaciones y justificó que las medidas tenían como objetivo aumentar la seguridad fronteriza e impedir la entrada de militantes.

Con 115 mil muertos, según la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, la guerra civil ha provocado tensiones entre las facciones políticas en Líbano, atentados y tiroteos entre simpatizantes de los rebeldes y partidarios del régimen sirio del presidente Bashar al-Assad en algunas ciudades libanesas. A diferencia de Turquía y Jordania, Líbano no permitió construir campos oficiales de refugiados en su territorio, por temor a una repetición de la docena de campos de refugiados palestinos en el país, que albergan a más de 450 mil personas.

Con todo, el gobierno libanés reiteró incesantemente que el país dejaría abiertas sus fronteras a los refugiados sirios y que, tras reunirse con representantes de la ONU, consideraría la apertura de los campamentos para albergar a un número creciente de personas. ACNUR estima que, para finales de este año, el número de refugiados sirios en el Líbano alcance la marca de un millón de personas.

Pese a que el flujo de turistas en Líbano haya disminuido con el conflicto sirio, la presencia de los refugiados ha impulsado la economía, una vez muchos refugiados alquilan casas e invierten en ese país. Sin embargo, en varios pueblos se ha impuesto toque de queda a los refugiados sirios después de las 18h, provocando consternación entre activistas libaneses. De acuerdo con informes de medios locales, es común el uso de palabras racistas o discriminatorias entre algunos libaneses, caracterizando a los sirios como "violadores" o "diseminadores de enfermedades".


Sin embargo, muchos sirios, en declaraciones a los medios, también destacaron la buena voluntad de muchos libaneses hacia los refugiados, sobre todo en las regiones fronterizas. "Los libaneses conocen las dos caras de la moneda; hemos vivido muchos años de guerras. En 2006, recibimos muchos sirios durante el conflicto (entre Hezbollah e Israel). Muchos lo recuerdan y reciben a los sirios de la misma manera. Desafortunadamente, otros parecen haberse olvidado de eso ", subrayó el activista Ali Khadri.

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