Puerto Ayacucho, 11 de Octubre de 2013
Nosotros, el Pueblo Yanomami de Venezuela y Brasil,
representados por nuestras organizaciones “HORONAMI Organización Yanomami” y
“HUTUKARA Asociación Yanomami”, reunidos en Puerto Ayacucho, estado Amazonas,
Venezuela, del 07 al 11 de octubre de 2013,
realizamos el Foro en conmemoración de los 20 Años de la Masacre de los
Yanomami de Haximú (1993) y el Seminario Binacional “Derechos Indígenas y
Políticas Nacionales”. En estos días de reflexión llegamos a las siguientes
conclusiones:
1.- La lucha de los pueblos indígenas de Venezuela y Brasil
resultó en un importante reconocimiento constitucional de nuestros derechos.
Sin embargo, los gobiernos de Venezuela y Brasil deben realizar mayores
esfuerzos para implementar los derechos reconocidos, mediante políticas
públicas nacionales y binacionales que permitan garantizar la integridad de
nuestro territorio y modo de vida. En particular nos solidarizamos con la
Campaña “Movilización Indígena” realizada en Brasil, la cual hace un llamado
nacional para que los pueblos originarios sean respetados y sus derechos
específicos garantizados a propósito de los 25 años del reconocimiento de los
derechos indígenas en la Constitución brasileña.
2.- Al conmemorar los 20 años de la Masacre de Haximú en la
cual fueron asesinados en Venezuela 16 Yanomami (en su mayoría mujeres,
ancianos y niños) por mineros ilegales brasileños (garimpeiros), queremos
llamar la atención a nuestros Gobiernos sobre la necesidad de acciones
efectivas para erradicar la presencia de mineros y así evitar la repetición del
caso.
3.- Solicitamos el respeto a nuestros derechos originarios
sobre nuestras tierras reconocidos por ambas constituciones, los cuales deben
ser garantizados por la demarcación de las tierras y hábitats Yanomami y
Ye’kuana, en el caso de Venezuela, y la protección de la Tierra Indígena
Yanomami (TIY) en Brasil ya demarcada. Solicitamos también que la demarcación
de nuestras tierras en Venezuela sea hecha respetando nuestra unidad
territorial como pueblos. En el caso de Brasil, es necesario que el Gobierno
retire a los hacendados que todavia están dentro de la TIY.
4.- Son muchas las denuncias sobre minería ilegal (garimpo)
que nos traen nuestros parientes. La situación es muy grave en la frontera de
Brasil con Venezuela, donde se han instalado campamentos mineros ilegales que
producen violencia, epidemias, destrucción de nuestras tierras y contaminación
de los ríos. Es urgente que los Gobiernos de Venezuela y Brasil planifiquen y
ejecuten acciones articuladas para erradicar y controlar la minería ilegal en
nuestras tierras. Además de la minería ilegal, nos preocupa la intención de
ambos gobiernos de promover la exploración y explotación minera. En el caso
venezolano sabemos de la intención de establecer campamentos para la
exploración minera en Convenio con la empresa china “CITIC” en los ríos Ocamo
(Alto Orinoco), Paragua, Caura y Ventuari, dentro de las tierras de los
Yanomami y de nuestros hermanos vecinos Ye’kuana. En Brasil nos oponemos a
cualquier reglamentación que imponga la minería en nuestra tierra. Exigimos que
nos consulten sobre estos proyectos y manifestamos que estamos en contra porque
amenazan de nuestra vida.
5.- A pesar de los esfuerzos de los gobiernos, en nuestras
comunidades ha empeorado la situación de salud por la deficiente atención
sanitaria y la presencia de mineros que traen epidemias y contaminación.
Solicitamos que las instituciones públicas encargadas de la salud en ambos
países mejore la implementación de las políticas respectivas incrementando la
formación de agentes de salud Yanomami, la dotación de medicinas y la
contraloría social. En el caso de Venezuela es urgente la ampliación de la
atención a las comunidades lejanas. Solicitamos también que nos permitan
participar en la revisión de estas políticas y en su ejecución. Igualmente es
fundamental implementar acciones binacionales conjuntas para atender a las
comunidades que habitan en la región fronteriza
Es importante que se
entienda la relación cercana entre la salud, las tierras y la presencia de
minería. No es posible tener buena salud si no tenemos nuestro territorio
protegido. También es importante comprender que para nuestra buena salud y la
protección de nuestras tierras se necesitan acciones articuladas de los dos
gobiernos que incluyan la participación de las organizaciones indígenas.
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