Por: Juan Luis Berterretche
Rebelión
En 2012 Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay
sembraron 50 millones de hectáreas con soja transgénica, es decir 500 mil Km2
de un único monocultivo. Una superficie 200 mil Km2 más grande que Italia o 150
mil Km2 mayor que la extensión de Alemania. Un “desierto verde” del tamaño
aproximado del estado español.
En la primera década del nuevo milenio, la emigración rural
a los suburbios de las ciudades continentales se alimentó sobre todo con las
expropiaciones, expulsiones o usurpaciones de tierras en las zonas rurales por
parte de dos sectores que han crecido con consecuencias atroces en esos años.
Nos referimos a la agroindustria de monocultivos favorecida por la especulación
en commodities en el mercado de futuros y a las mineras a cielo abierto. Ambos
sectores controlados por corporaciones imperialistas.
En el extremo sur del continente cinco países acaparan la
producción de soja transgénica bajo la injerencia directa de las
transnacionales que producen semillas emponzoñadas y agro-químicos tóxicos,
funcionales a los monocultivos.
En la cosecha 2010 la soja abarcó 66% de la tierra cultivada
en Paraguay, el 59% en Argentina, el 35% en Brasil, el 30% en Uruguay y el 24%
en Bolivia. Y los plantíos siguieron creciendo hasta la actual cosecha de 2013
con 50 millones de hectáreas ocupadas por un único monocultivo que destruye
bosques, desplaza plantíos esenciales para la alimentación de sus poblaciones,
expulsa agricultores familiares, indígenas y trabajadores rurales, a la vez que
envenena el agua la tierra y el aire, con semillas bio-degradadas y pesticidas.
Los gobiernos del Cono Sur se jactan del crecimiento de la
producción de granos de estos países. Pero el avance de los monocultivos con
semillas transgénicas empeoró la realidad agrícola de la región. La ampliación
de los costos productivos con la siembra directa provoca una alteración del
tamaño mínimo factible para este tipo de plantíos de soja, maíz o algodón. Con
eso, los menores establecimientos se tornan inviables lo que acelera la
exclusión de los agricultores familiares. Y al reducir el número de productores
reduce también el abanico de productos ofertados. Es una política de deterioro
rural que excluye los humanos, exige una inmensa inversión en maquinaria
agrícola (tractores, fumigadoras, cosechadoras computarizadas y drones (usados
para control del crecimiento de los plantíos, medir necesidades de
fertilizantes o fumigar) abastecidos por la gran industria imperialista) e
insumos, amplía en forma sistemática el volumen de agro-tóxicos utilizados,
amenaza la calidad de la vida de los que permanecen y de los pobladores de
ciudades aledañas, consume más combustibles, etc.
Para los gobiernos “progresistas” el crecimiento del
agro-negocio tiene como consecuencia un relativo -en relación a las ganancias-
aumento de los ingresos estatales lo que favorece el “asistencialismo” y por
tanto una cierta calma social. Además de proveerlos de divisas, que permiten
equilibrar las cuentas externas, infla el PBI, indicador económico perverso que
engaña sobre un supuesto “progreso” de los países. Con esta estrategia se está
procesando una acelerada extranjerización de la economía y en términos
sociales, una verdadera contra-revolución agraria.
Una situación emblemática de esa dependencia externa se
evidencia en el mercado de semillas. En la primera mitad del siglo XX las
semillas estaban indiscutiblemente en manos de los agricultores y en el sector
público. En las décadas posteriores, las monopolizan los gigantes genéticos: el
poder corporativo. Y así marcan la frontera final en la mercantilización de la
vida. El mercado de semillas patentadas representa el 82% del mercado de
semillas comerciales en todo el mundo.
“Las diez principales compañías dominan, el 67% del mercado
mundial de semillas patentadas” /1. Las principales empresas de semillas son
Takii (Japón), DLF-Trifolium (Dinamarca), Sakata (Japón), Bayer Crop Science
(Alemania), KWS AG (Alemania), Land O’ Lakes (Estados Unidos), Groupe Limagrain
(Francia), Syngenta (Suiza), DuPont (Estados Unidos) y Monsanto (Estados
Unidos).
“En menos de tres décadas un puñado de corporaciones
multinacionales ha creado un rápido y feroz cerco corporativo en torno al
primer eslabón de la cadena alimentaria”, explica el Grupo ETC /2 y detalla que
las patentes biotecnológicas de Monsanto intervenían de alguna forma en el 87%
del área total mundial dedicada a semillas manipuladas genéticamente en 2007.
Es importante saber que hay una relación directa entre
plantación de soja transgénica y eliminación de bosques. “Mientras el área
cultivada con soja incrementa rápidamente, las zonas de bosque se reducen” en
todos los países. En Bolivia los bosques disminuyeron 8%, en Brasil 9%, en
Argentina 14% y en Paraguay 15% /3. Y estos son datos hasta 2009, con certeza
en 2013 la situación ha empeorado. Como alertan los investigadores: “La clave
de la búsqueda de un camino de bajo contenido de carbono en Latino América y el
Caribe se perfila a través de la implementación de políticas y programas para
la conservación de sus grandes bosques y el mantenimiento de su matriz
energética relativamente limpia”/4. Ambos aspectos se han degradado.
En 2012 Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay
sembraron 50 millones de hectáreas, es decir 500 mil Km2 con soja. Una
superficie 200 mil Km2 más grande que Italia o 150 mil Km2 mayor que la
extensión de Alemania o 50 mil Km2 más extensa que Suecia. Del tamaño
aproximado del estado español. Una superficie que se extiende por los cinco
países del Cono Sur y donde las semillas modificadas genéticamente gozan de un
“amplio apoyo político” de los gobiernos respectivos y de un “sistema
regulatorio en funcionamiento” que ha sido diseñado por las corporaciones del
agro-negocio. Condiciones indispensables -según los ejecutivos de Monsanto-
para la expansión de esta “agricultura” nefasta.
Las superficies plantadas con transgénicos, regidas por una
tecnología perversa y una normativa que coloca al lucro por encima de la
Naturaleza, constituyen un enclave independiente que utiliza la infraestructura
(zonas francas, silos, carreteras, puertos, etc.) y las reservas de agua de las
naciones de Sudamérica sin pagar por ellas, emponzoñado el aire y la tierra.
Esos 500 mil Km2 de soja no responden a ningún plan ni proyecto de desarrollo
nacional de ninguno de los cinco países. No cumplen ninguna función acerca de
la soberanía alimentaria de ellos ya que producen alimento para ganado europeo
o materia prima para aceites consumido por asiáticos. La prueba es innegable
“los principales países productores de soja en el Cono Sur han reducido su
suministro local de alimentos desde 1996”, afirma el Centro para la
Bioseguridad de Noruega, ya citado. Tampoco tienen como objetivo la
conservación de la biodiversidad de nuestros territorios, menos aún la
preocupación por proteger o mejorar el medio ambiente.
En Brasil el grupo “ruralista”, que representa al
agro-negocio en el Congreso es la mayor bancada en el legislativo. El impulso a
los monocultivos agrícolas de commodities brindado por los gobiernos del PT ha
favorecido su crecimiento. Hasta 2003 el lobby contaba con 89 parlamentarios;
en el segundo ejercicio del presidente Lula ya había alcanzado los 120
legisladores y en el ejercicio actual de Dilma Rousseff tiene 160
representantes. Es decir durante los tres gobiernos petistas casi duplicó su
fuerza.
Para tener una idea de la inclinación ideológica de este
bloque parlamentario veamos dos grageas:
-su líder en el senado Katia Abreu, ha defendido con
desvergüenza en el Congreso, a los hacendados acusados de explotar el trabajo
esclavo en sus propiedades y la bancada ha presentado al cuerpo legislativo un
proyecto de ley (PEC 57A/1999) para desvirtuar el concepto actual de esclavitud
contemporánea e impedir el confisco de las propiedades de los esclavistas;
-dirigentes de los ruralistas viajaron a Asunción a dar
apoyo al “golpe parlamentario” contra el presidente Fernando Lugo de Paraguay
en 2012.
Hoy la bancada ruralista, después de su exitosa campaña en
alianza con Aldo Rebelo -presidente del Partido Comunista do Brasil (PC do B)-
para aprobar el nuevo Código Forestal -un retroceso del punto de vista
ambientalista- pasó a presionar contra las demarcaciones de territorios
indígenas que de alguna forma dificultan las invasiones ilegales “ruralistas”
en las tierras de los pueblos originarios. Con la propuesta de enmienda
constitucional, PEC 215 se entregaría la aprobación final del proceso de
demarcación al Legislativo donde los “ruralistas” tienen la bancada más
numerosa /5.
Brasil es el segundo mayor productor de Organismos
Genéticamente Modificados (OGMs), casi empatado y a punto de pasar a EEUU.
Tomando el conjunto de las plantaciones de semillas transgénicas, éstas ocupan
en Brasil 37,1 millones de hectáreas o 371 mil Km2, un territorio 20 mil Km2
mayor que el de Alemania. En Brasil la extensión de los plantíos transgénicos
representa más del 50% del territorio destinado a actividades agrícolas en el
país /6. Y la mayor variedad de semillas transgénicas pertenece a la soja. Para
la zafra 2012-13 casi 90% de los cultivos de soja son de OGMs. Para los
plantíos de maíz este porcentaje es del 75% con semillas transgénicas. Como
demostración contraria al mito de que los OGMs reducirían la utilización de los
pesticidas, Brasil se ha tornado desde 2009 en el mayor consumidor mundial de
agro-tóxicos /7. Una grave amenaza para la salud de su población.
A principios de mayo de 2013 un avión agrícola fumigó con
insecticida una escuela localizada en un asentamiento rural del municipio de
Rio Verde, en Goiás. 38 personas que realizaban la merienda al aire libre
fueron intoxicadas, 36 eran niños. En total había en ese momento en la escuela
122 niños, decenas de ellos comenzaron a presentar picazón, nauseas y dolor de
cabeza y fueron llevados al hospital. Hasta ahora siguen en control sanitario.
Esta no es la primera vez que accidentes de este tipo acontecen en regiones de
intensa producción agrícola con sistema de monocultivo. Son recurrentes los
relatos de pulverizaciones “no intencionales” de huertas, plantíos, frutales,
residencias y mismo villas y ciudades. La pulverización aérea de agro-tóxicos
-que puede ser trasladada por los vientos a zonas lejanas a los plantíos- no
está prohibida en Brasil. Cuando los ejecutivos de Monsanto se refieren a
Sudamérica como una región con “sistema regulatorio” de OGMs, en realidad se
refieren a un sistema permisivo que admite la peores aberraciones en la siembra
de monocultivos y que no ampara la salud de sus pobladores.
“Sistema regulatorio” de los OGMs.
Respecto a la existencia en Brasil de un “sistema
regulatorio” de los OGMs, tema que tanto preocupa a Monsanto y sus compinches
corporativos, recordemos que en Brasil en marzo de 2005 fue creada la Ley de
Bioseguridad que permite el uso de organismos transgénicos sin que sean
realizados estudios de impacto al medio ambiente o a la salud. La ley también
creó la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (Comissão Técnica Nacional de
Biossegurança) más conocida como CTNBio, responsable por toda la regulación del
sector de biotecnología brasileño. La CTNBio es la que analiza y autoriza la
liberación comercial de organismos genéticamente modificados. Las aprobaciones
de nuevas semillas transgénicas lleva implícito y presiona por la aprobación de
los pesticidas conexos a dichas semillas, que corresponde al ámbito de la
gerencia de toxicología de la Agencia de Vigilancia Sanitaria (ANVISA).
La CTNBio está en el ámbito del Ministerio de Ciencia y
Tecnología y está compuesta por 27 integrantes, todos con doctorado
universitario. De esos 27 miembros 12 representan al campo académico y son
indicados por la Academia Brasileña de Ciencias: todos técnicos del área de la
biotecnología, 9 representan los ministerios y los 6 restantes son
representantes de la sociedad civil. Apenas 14 votos -mayoría simple- son
necesarios para la liberación comercial de cualquier producto transgénico, sin
ninguna clase de experimentación sobre las consecuencias de esta biotecnología.
Los 12 bio-tecnólogos votan las liberaciones con el brazo enyesado, a los que
se suman los representantes del ministerio de Agricultura, y de Ciencia y
Tecnología completando la mayoría fija. El organismo es una farsa “democrática”
y las resoluciones se toman por sistemático “abuso de mayoría”. Esta
composición que fue diseñada ex profeso aísla no solo a los representantes de
la sociedad civil, como también a los ministerios de Medio Ambiente, Salud, y
Desarrollo Agrario/8. Al tiempo que se creaba el CTNBio la ley creó un Consejo
Nacional de Bioseguridad que debía actuar como instancia superior
gubernamental. Nunca funcionó, facilitando las aprobaciones al agro-negocio
transgénico.
De cómo se despliega la escalada de guerra química
Los OGMs tuvieron en su inicio una modificación genética
bautizada como Roundup Ready (RR), -lanzada por Monsanto en 1996- que tornaba a
las semillas capaces de sobrevivir al pesticida glifosato. El plantío directo
se realizaba sin desmatar y se fumigaba con glifosato la totalidad del plantío
para matar todo lo que no fuera la planta transgénica. En Brasil, el
transgénico RR está presente en 90% de la soja y en por lo menos el 75% del
maíz. Hasta ahora esta tecnología era dominante, pero el problema es que el glifosato,
que facilitó el control de las mal llamadas “hierbas dañinas”/9 en el campo, se
viene tornando cada vez menos eficaz después de años de uso indiscriminado. La
tales “hierbas dañinas” van adquiriendo resistencia a los herbicidas y lo mismo
pasa con los insectos que se hacen inmunes a insecticidas cada vez más
peligrosos. Debido a estas prácticas inadecuadas en los monocultivos, creció,
por ejemplo, la incidencia de la lagarta Helicoverpa armígera, que tiene una
estructura compleja y una alta capacidad de adaptación. En la agricultura
familiar se pueden desenvolver los predadores naturales que combaten esa
lagarta. No así en los extensos monocultivos que cada vez exigen fumigaciones
con venenos más letales y semillas que los resistan.
Frente a este escenario compañías como Dow, Bayer
CropScience, Syngenta y la própria Monsanto invierten montañas de dólares en
busca de semillas y pesticidas capaces de suceder al Round Ready
La CTNBio tiene en la actualidad, tres pedidos de
autorización de la multinacional Dow: dos son de soja y uno es de maíz. La
primera soja será resistente al herbicida 2,4-D y al herbicida glufosinato de
amonio. La segunda, a los herbicidas 2,4-D, glifosato e glufosinato de amônio.
Por fin, el maíz será tolerante al herbicida 2,4-D y a determinados inhibidores
del acetilo coenzima. El 2,4-D era ingrediente del tristemente célebre Agente
Naranja. En la gran prensa económica, ya se dan por aprobadas dichas
autorizaciones, que se liberarían en octubre o noviembre de este año. Es decir antes
que en EEUU, que es considerado el más permisivo de los países en términos de
aceptar los absurdos de la biotecnología transgénica. El New York Times anunció
en mayo pasado que el Departamento de Agricultura (USDA) decidió someter a
estudios más rigurosos a las semillas resistentes al 2,4-D y explicó que: la
decisión provino del entendimiento que esa tecnología “puede afectar
significativamente la calidad del ambiente humano” /10. En 2012 organizaciones
como el Centro para la Seguridad Alimentaria de USA recogieron más de 400 mil
peticiones contrarias a la aprobación de la soja y el maíz resistente al 2,4-D.
Mientras en Australia, la autoridad gubernamental que controla los pesticidas
-Australian Pesticides and Veterinary Medicines Authority – APVMA- prohibió la
utilización de los herbicidas 2,4-D del tipo HVE (altamente volátiles) por los
riesgos que representan para el medio ambiente. Y está en estudio la exclusión
de todo tipo de 2,4-D en la agricultura.
Monsanto se había adelantado a la competencia con la
Tecnología Intacta RR2 PRO lanzada en 2011. Intacta RR2 PRO fue aprobada
primero en Brasil en 2011, luego en Argentina en agosto 2012, en setiembre de
2012 fue aceptada oficialmente por el gobierno uruguayo y Paraguay fue el
último de la región en darle el visto bueno a principios de 2013. El herbicida
principal sigue siendo el glifosato con algunas modificaciones más intensivas
de aplicación y lo que cambia es el supuesto poder del insecticida dirigido a
las tres lagartas principales que atacan la soja. El costo por hectárea de la
nueva tecnología se multiplica por más de 5: pasa de R$ 22 (10 US$ aprox.) para
la actual RR, a R$ 115 (más de 50 US$ aprox.) para el Intacta RR2 PRO.
Al 2,4-D de Dow, Monsanto ya replicó con una transgenia
futura bautizada de "Roundup Ready 2 Xtend" que estaría a disposición
para 2015, que torna las plantaciones resistentes a los herbicidas glifosato y
dicamba (un derivado del ácido benzoico descripto como insecticida, fungicida y
herbicida). Es a esto lo que llamamos una verdadera escalada de guerra química
contra el medio ambiente. Y es en Brasil en la actualidad, que las
multinacionales que protagonizan y conducen la escalada experimentan las nuevas
tecnologías con absoluta anuencia del gobierno. Así como la población brasileña
fue ya un campo de experimentación de las corporaciones farmacéuticas -no
olvidar el desastre ocasionado en el país por la talidomida-, ahora una
extensión de su territorio, mayor que la superficie de Alemania, es el
escenario de pruebas imperialista de las armas químicas contra la Naturaleza.
Agrotóxicos y la desaparición de los enjambres de abejas
Brasil cayó de la 5ta. para la 10ª colocación mundial en
exportación de miel en los últimos dos años. El motivo fue el abandono de las
colmenas en la región productora más importante del país, el nordeste. En 2012
algunos estados registraron una reducción del 90% de la producción y el
abandono de colmenas llegó al 60%. Cerca de 46 mil pequeños apicultores en
nueve estados nordestinos vivían de la actividad y juntos respondían por el 40%
de la producción de miel del país.
Márcio Freitas, coordinador general de la valoración de
sustancias tóxicas del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y los Recurso
Naturales Renovables (Ibama) indica que los “defensivos” agrícolas están entre
las tres principales causas de la desaparición de abejas en Brasil. Esta afirmación
no hace más que confirmar los varios estudios hechos en Europa y EEUU frente al
mismo hecho. Los agro-químicos matan los insectos inmediatamente después de su
aplicación o afectan si sistema sensor, haciendo que no consigan retornar a la
colmena, debilitándola y terminando por hacerla desaparecer. Por eso en 2012
Ibama editó una disposición que restringe el uso de estas sustancias durante el
período de floración. La desaparición de las abejas no afecta únicamente la
producción de miel, ellas desempeñan un papel imprescindible en la
agropecuaria. Cerca de 80% de todo lo que es consumido en el mundo es
polinizado por las abejas. Su ausencia se refleja en impacto directo sobre la
agricultura y en la pecuaria, porque las pasturas requieren también de polinización
/11.
China y los transgénicos
Responsable por dos tercios de las importaciones de soja en
grano realizadas en el planeta, China responderá por el crecimiento total de
los volúmenes importados en el mundo a lo largo de 2013-14. Esta situación
favorable a los granos bio-modificados tiende a cambiar. Según declaraciones
atribuidas por la agencia de noticias Dow Jones Newswirew al vice-secretario
general de la Asociación de Soja de Helongjiang, Wang Xiaoyu, el consumo
regular de aceite de soja producido a partir de granos genéticamente
modificados tornaría a las personas más vulnerables y predispuestas al
desarrollo de tumores y a la esterilidad. Xiaoyu basó sus conclusiones en la
observación de elevados niveles de incidencia de cáncer en las provincias de
Fujian y Guangdong, donde el consumo de aceite de soja transgénica es más alto.
La situación es vidriosa ya que el gobierno chino todavía difiere la decisión
de autorizar en su país los plantíos de soja transgénica en gran escala.
Es por eso que hay una gestión diplomática intensa hacia
China de parte de los países sudamericanos que cobijan el enclave sojero de las
corporaciones. Es parte del comportamiento de subordinación al agro-negocio de
estos gobiernos. A mediados de junio pasado el ministro de Agricultura de
Brasil, Antonio Andrade viajó por segunda vez desde mayo a China, pidiendo al
país asiático que se abra a la nueva variedad de soja Intacta RR2 PRO de
Monsanto. El canciller Antonio Patriota -sustituído esta semana por el
prepotente incidente de Itamaraty con Bolivia-, haciendo honor a su apellido,
también participó personalmente de las negociaciones como lobbysta de la
multinacional /12.
“Tanto el proyecto productivo como la matriz energética que
impulsa el gobierno, han desatado enfrentamientos con pueblos indígenas,
pobladores costeros y pescadores, pequeños productores rurales y organizaciones
sociales que luchan por la tierra. Es durante el gobierno de Dilma Rousseff que
las grandes obras hidroeléctricas y los diques que retienen agua para la
agro-industria o la minería, así como la agresión a la naturaleza y a los
pobladores -tanto rurales como urbanos- que proviene de los monocultivos y las
mineras han generado variados e intensos conflictos. Esta situación no es
localizada sino que se extiende a todo el país. En el Mapa de Conflictos
envolviendo Injusticia Ambiental y Salud en Brasil son relatados 343 conflictos
ambientales que tienen impacto en la salud colectiva del país. Las principales
víctimas de estos conflictos son los indígenas en 33,67 % de los casos, en
31,99% son los agricultores familiares y en el 21,55% los quilombolas” /13.
Temprana introducción de los transgénicos en Argentina
La historia de la introducción de las semillas transgénicas
en Argentina se inicia precozmente entre febrero y noviembre de 1994, meses en
que Monsanto hizo los primeros contactos en el país y comenzó a infiltrar el
Instituto Nacional de Tecnología Agrícola (INTA) que por décadas llevaba
adelante la investigación para el desarrollo de variedades vegetales
“mejoradas”. Monsanto “compró” los equipos de investigación del INTA y tuvo
acceso a sus archivos secretos, apoderándose del capital genético estratégico
del país. Esto le permitió a Monsanto crear la soja Roundup Ready sobre la base
de variedades de soja desarrolladas en Argentina para los suelos nacionales. La
corporación creó la empresa Nidera para negociación de semillas transgénicas, a
la que otorgó una licencia para la venta de dichas semillas. Al mismo tiempo
comenzó la publicidad de sus OGMs a través del suplemento de Clarín Rural. Hay
que recordar que estos acontecimientos se desarrollaron bajo las presidencias
de Carlos Ménem (1989-1999), un nefasto neoliberal del “modelo” Consenso de
Washington que llevó el país a la quiebra. Su ministro de agricultura Felipe
Solá, hombre de Monsanto, el 3 de abril de 1996 firmó la autorización para la
comercialización de las semillas transgénicas “tolerantes al herbicida
glifosato” sin ningún debate parlamentario, investigaciones previas o ley que
regulara los cultivos transgénicos.
En Argentina la soja abarcó 197 mil Km2 en la última cosecha
(2012-2013). Una extensión similar a la de Irlanda y Grecia sumadas.
A pesar de la afirmación de la presidenta Cristina Fernández
en El Calafate: “¡No vamos a tirar ni un solo árbol, los árboles son sagrados!
¡Los árboles no se tocan! Por lo menos acá en El Calafate. ¡Sobre mi cadáver,
únicamente!” /14 la desforestación en Argentina está en relación directa con la
expansión del agro-negocio y en especial con la propagación progresiva de la
soja transgénica.
Más de 1 millón de hectáreas forestadas se destruyeron desde
que se sancionó la Ley de Bosques en 2007. Hasta fines de 2012 se deforestaron
1.145.044 hectáreas -o 11.450 km2-, lo cual promedia 229 mil hectáreas por año,
627 h. por día y 26 h. por hora. Los principales índices de destrucción
forestal fueron en las provincias de Santiago del Estero, Chaco, Salta y
Córdoba /15. Solo en 2012, 153 mil hectáreas de bosque chaqueño fueron
arrasadas en el noroeste de la provincia de Córdoba.
Actualmente Argentina cuenta con cerca de 30 millones de
hectáreas de bosque nativo, lo que equivale sólo al 30% de la superficie
forestal original. El país se encuentra en una verdadera emergencia forestal.
Acentuada en los últimos 15 años por esta expansión descontrolada de los
plantíos transgénicos.
La lógica del modelo agropecuario impuesto desde el gobierno
por medio del Plan Estratégico Agroalimentario (PEA) tiene un profundo y
negativo impacto en el sistema productivo de Argentina al consolidar un modelo
de país agro-exportador basado en la agro-industria, pools de siembra /16,
monocultivos de grandes extensiones, despoblamiento y éxodo rural hacia enormes
ciudades no sustentables.
El PEA es contradictorio con la Ley de Bosques porque
propone una expansión de la frontera agropecuaria de casi 10 millones de
hectáreas, aumentando la superficie agropecuaria de 32 millones de hectáreas a
41 millones. Un crecimiento de 60% más de extensión para la agricultura y un
45% más para la ganadería.
Esta expansión ha demostrado graves consecuencias sobre las
comunidades campesinas y habitantes originarios de los bosques nativos, con la
complicidad de la burocracia provincial y los integrantes del poder judicial.
Como en Brasil, los grupos de matones armados del agro-negocio han sometido a
la violencia, desalojo, despojo, destrucción de viviendas y ganado, a quienes
resisten el desmonte y el avance de la frontera de monocultivos.
La Ley de Bosques no sólo defiende los árboles, también en
varios de sus artículos ampara a los habitantes históricos de las florestas. A
nivel legislativo, en contraposición a Brasil, se ha avanzado mucho en ese
aspecto, pero sin embargo en los últimos 5-6 años hay contabilizadas siete
muertes relacionadas directamente con la deforestación en las provincias de
Santiago del Estero, Formosa y Tucumán. En Formosa, quizá es donde los
conflictos por la tierra han tomado mayor relevancia por la decidida
resistencia del Pueblo Qom y Wichi a los empresarios sojeros y al gobierno
provincial de Gildo Insfrán (gobernador desde diciembre de 1995, durante 5
ejercicios seguidos).
Madres de Ituzaingó
En Argentina la expansión de la frontera agrícola con
transgénicos ha puesto en evidencia los problemas de salud que acarrean las
fumigaciones con pesticidas. Este es el origen del difundido movimiento de las
Madres de Ituzaingó (un barrio de la ciudad de Córdoba). “En enero de 2002, en
el Barrio Ituzaingó de la ciudad de Córdoba, cuatro mujeres se encontraron en
la verdulería y, casi sin saberlo, dieron comienzo a una lucha que ya lleva más
de diez años. El 21 de agosto de 2012 esa lucha resultó en la primera condena
en la Argentina a un productor agropecuario y a un aplicador aéreo por contaminar
con agroquímicos y multiplicar los casos de cáncer en el barrio”...”Aquella
mañana de enero una de ellas contó que a su hijo le habían diagnosticado
leucemia, y entonces lo que parecía casualidad pasó a ser sospecha, porque en
la zona había muchos casos similares” /17.
Preguntando, llegaron a Raúl Montenegro, biólogo y
presidente de la Fundación para la defensa del Ambiente (FUNAM), que tras
caminar por la zona detectó las fuentes contaminantes: el tanque de agua
público del barrio y las pulverizaciones de agroquímicos. Como el ministerio de
salud de la provincia de Córdoba no se interesó por sus denuncias fueron a los
“medios” y presionaron hasta que dicho ministerio tuvo que resolver analizar el
agua del tanque. Como era evidente, se comprobó la presencia de agroquímicos y
metales pesados en el agua. De ahí exigieron un relevamiento de las
enfermedades en el barrio y se comprobó que en casi todas las casas había una
persona afectada por el envenenamiento del agua. Mientras, las fumigaciones
aéreas continuaban y cuando se empezó a plantar soja las nefastas
pulverizaciones llegaron hasta la calle que bordeaba el barrio. En ese momento
se presentaron a la justicia e iniciaron un juicio. De los tres acusados se
condenó a un productor -inhabilitado para aplicaciones de agroquímicos por 8
años y prisión no efectiva por 3 años y al aviador fumigador, impedido por 10
años. Si bien el juicio era un gran triunfo porque reconocía la relación
directa de la aplicación de agro-químicos con las dolencias, se imputaba la
responsabilidad a los últimos eslabones de la cadena.
Para el biólogo Raúl Montenegro /18: “Este es un éxito
espectacular de lucha grupal, pero no es un ejemplo de lucha comunitaria”...”en
este barrio siguen existiendo fuentes de contaminación, riesgos ambientales que
no están siendo tratados” y agrega: “Yo creo que la condena es importante, pero
siempre hay que tener mucha cautela. En este juicio se condenó a ‘perejiles´.
Eran dos productores y un agroaplicador. Uno quedó absuelto y dos quedaron condenados.
Sin desmerecer su responsabilidad, no estuvieron sentados los verdaderos
responsables... actores reales que son el Servicio Nacional de Sanidad y
Calidad Agroalimentaria (Senasa) que autoriza los plaguicidas, la Comisión
Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (Conabia) que autoriza los
transgénicos, la Comisión Nacional de Semillas (Conase), corporaciones de
sojeros como la Sociedad Rural, los funcionarios de Gobierno, los grupos
corporativos de aplicadores.” Y por supuesto las corporaciones imperialistas de
transgénicos y agroquímicos.
Resistencia en Malvinas Argentinas (Cordoba)
La resistencia a los transgénicos no sólo parte de los
pueblos originarios y de pobladores afectados por las fumigaciones de agro
químicos. En la actualidad existe un duro conflicto contra Monsanto por el
anuncio de la radicación de una planta de la corporación en Malvinas Argentinas
(Córdoba) para procesamiento de semillas de maíz. En momentos que la
resistencia de la población de EEUU a Monsanto se radicaliza, la empresa
intenta descentralizar sus instalaciones. Según directores de la transnacional
la etapa de construcción civil de la planta se finalizaría a fines del 2013 y
la faz operativa comenzaría en marzo de 2014. La construcción de la planta se
inició sin la aprobación de la licencia ambiental mostrando la complicidad de
las autoridades provinciales. En el lanzamiento de la obra hubo un “escrache”
protagonizado por los movimientos sociales de vecinos contrarios a la
instalación de la empresa en Malvinas Argentinas. Monsanto en su discurso
actual propone “luchar contra la sojización” y sembrar maíz (por supuesto
transgénico) que permite la rotación del suelo. Después de liderar las campañas
por la siembra directa y el monocultivo de soja, “reconoce” ahora la erosión de
los suelos por la soja y que es necesaria la rotación de cultivos. En la
defensiva por las múltiples denuncias en su contra, ahora anuncia un plan para
reducir el uso de agroquímicos y medidas para controlar las fumigaciones. Ya
sabemos cuál es la “prudencia” y las “buenas intenciones” de los inventores del
Agente Naranja.
A parte de estas resistencias puntuales -la más importante
es la de los indígenas del Pueblo Qom y Wichi- no conozco que se haya
desarrollado un gran movimiento nacional contra los transgénicos. Por el
contrario los enfrentamientos a la minería a cielo abierto son innumerables,
con luchas exitosas como la de Famatina (Rioja) derrotando dos multinacionales
que intentaron destruir la economía de la región. En la actualidad la confrontación
más importante se desarrolla en Rio Negro, Chubut y en la provincia de Santa
Cruz, para impedir el fracking que pretende implantar una sociedad de YPF con
Chevron. Sí, leyó bien, la misma Chevron de otros múltiples desastres.
Paraguay
El último censo agropecuario en Paraguay, de 2008, da cuenta
de que 85,5% de las tierras están en manos del 2,06% de la población. La
Comisión de la Verdad y Justicia (CVJ), que funcionó entre 2003 y 2008 para
investigar los casos de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura
de Alfredo Stroessner (1954-89) también se explayó sobre las irregularidades en
relación a la concesión de tierras bajo la dictadura. La CVJ fijó en 6,75
millones las hectáreas adjudicadas ilegalmente durante el régimen (o 67.500 km2,
una superficie mayor que Suiza e Israel sumados) y un millón adicional en los
siguientes 15 años. Eso supone que 64% de las tierras adjudicadas entre 1954 y
2008 lo fueron irregularmente. En total, las llamadas tierras “mal habidas”
suman 33% de la superficie agrícola paraguaya y 19% del territorio nacional,
dictaminó la CVJ /19.
“En los últimos 50 años Paraguay perdió el 90% de sus
bosques, que equivale a la extinción de casi la totalidad de los recursos
forestales a causa de la deforestación”...”De las ocho millones de hectáreas
que corresponden al Bosque Atlántico de Alto Paraná, en la Región Oriental,
solo quedan cerca de 1.100.000 h., las cuales se aprecian como pequeñas manchas
captadas por satélite.”/20 La deforestación se realizó por parte de empresas
para comercializar la madera, y para extender la frontera de la producción
agropecuaria. Pero en la última década se aceleró por la expansión de los
plantíos de transgénicos. En especial la soja que ha pasado a ser el mayor
rubro de exportación del país en los últimos años.
Según información de la Cámara Paraguaya de exportadores de
Cereales y Oleaginosas (CAPECO) la cosecha de soja de la zafra 2012-2013
alcanzó una cifra record de 9,3 millones de toneladas. Esta cantidad duplica la
campaña de la zafra 2011-2012 que alcanzó solo 4,3 millones de toneladas. El
área de cultivo aumentó a 3,15 millones de hectáreas o 31 mil 500 km2. Una
superficie mayor que la extensión de Bélgica. La baja producción de la zafra
anterior se debió a una prolongada sequía que afectó los plantíos y que redujo
el rendimiento promedio por hectárea a la mitad.
Los brasiguayos /21 dueños de Vetro S.A., del grupo Favero
/22 en el Departamento San Pedro, Paraguay, invadieron la tierra de la
comunidad guaraní Yrybucuá para plantar soja, le arrasaron los bosques
arrancando las palmeras, los frutales y las arboledas que les daban sombra,
dejándolos sin frutas y sin leña. Les envenenaron el río Sadio con glifosato
privándolos de los peces que los alimentaban y del agua potable para ellos y
sus animales. Historias como ésta son innumerables en los departamentos
fronterizos con Brasil. Estos empresarios “brasiguayos” apoyados por la bancada
ruralista del Congreso brasileño apuntalaron el golpe del senado paraguayo
contra Fernando Lugo. En Paraguay la cuarta parte de las tierras está en manos
foráneas. Si bien los “brasiguayos” son la punta de lanza de la ofensiva, los
uruguayos no se quedan atrás. Han invadido el chaco paraguayo para la cría de
ganado: 2 millones de hectáreas pertenecen a inversores uruguayos. Eso implica
el desmonte del 50% de dicha extensión, que es lo que permiten la “leyes
ambientales” del país. Es decir desmatar 1 millón de hectáreas, 10.000 km2 de
un territorio de donde la etnia guaraní retira su sustento.
Según las organizaciones sociales y ambientalistas, el
cultivo extendido de OGMs en Paraguay ha tenido como resultado: la
desintegración de muchas organizaciones campesinas; la migración y el
desarraigo de las poblaciones campesinas e indígenas y su paso a engrosar los
cinturones de pobreza de los centros urbanos; el cierre de las escuelas en los
periodos de fumigación de cultivos extensivos cercanos; varios casos de
intoxicación y muerte por plaguicidas denunciados por Vía Campesina Paraguay;
la canalización de ingresos por la exportación hacia un reducido círculo
relacionado con la agroindustria y la élite política-gubernamental; la
destrucción masiva de bosques y la pérdida de biodiversidad; la fragmentación
de hábitats importantes para especies animales y de plantas y la contaminación
con agroquímicos de suelos y agua. Una dominante de acontecimientos que se
repiten en todo el enclave sojero Sudamericano.
El golpe que colocó a Federico Franco en la presidencia (22
06 2012) dio inicio a un gobierno de los terratenientes, leal a EEUU. De
inmediato a la destitución de Fernando Lugo, Franco se reunió con
representantes de agro-exportadores y ganaderos brasileños en el Palacio de
Gobierno. Al término de la reunión, Marilene Sguarizi, una abogada representante
del grupo empresarial, afirmó a los medios de comunicación que “el nuevo
presidente nos prometió que apoyará al sector agroindustrial, protegerá la
propiedad privada e impedirá las invasiones de tierras en el país” (algo que
fue el detonante de la crisis) /23. En realidad, más allá de las intenciones
del presidente Lugo, en su ejercicio se desató un fuerte movimiento de
ocupaciones de tierras por campesinos y de enfrentamientos de resistencia a los
aparatos estatales de represión y sus operaciones de desalojo de pobladores
rurales y comunidades agrarias. El golpe estaba dirigido a detener una rebelión
agraria en ciernes y defender los intereses de los grandes usurpadores
capitalistas de tierras.
Respecto a la defensa de las inversiones imperialistas,
Franco emitió mensajes muy claros: se dirigió de inmediato a los representantes
de las dos corporaciones principales instaladas en el país. En reunión con la
petrolera Crescent Global Oil-Pirity Hidrocarburos, trasnacional estadounidense
de prospección, exploración y explotación de petróleo, le aseguró todo su apoyo
en la tarea asumida de búsqueda de hidrocarburos. Respecto a Monsanto la señal
fue muy concreta: el ministro de Agricultura Enzo Cardozo anunció que el
presidente lo instruyó para acelerar la autorización del uso de la semilla de
algodón transgénica marca Bollgard BT, producida por la corporación. Cardozo
dijo que trasmitiría al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Vegetal y de
Semillas (Senave) la decisión de inscribir dicha semilla en el Registro Nacional
de Semillas, sin ninguna clase de tramitación. El anterior presidente del
Senave, Miguel Lovera, se negaba a otorgar la autorización por falta del
dictamen técnico del Ministerio de Salud y de la Secretaría de Medio Ambiente,
algo estipulado por ley.
Desde su inicio el gobierno producto del golpe senatorial,
resultó explícitamente pro-imperialista, lo que acrecienta la convicción de una
intervención directa de EEUU en el suceso. Y resultó una transición para el
actual gobierno “colorado” de Horacio Cartes un conocido contrabandista
investigado por la DEA por lavado de dinero del narcotráfico. Ya sabemos que
eso está lejos de ser un inconveniente para una alianza estrecha del gobierno
paraguayo con EEUU.
Frente a un recomienzo de movilizaciones en el campo, Cartes
ha lanzado un despliegue militar en el norte del país. E n San Pedro se
oficializó el resurgimiento de la Coordinadora de Organizaciones Campesinas
(COC). Marchas, cierre de rutas y ocupaciones es la respuesta de las
organizaciones obreras y campesinas. Uno de los objetivos centrales es frenar
el avance de lo que denominan “agricultura genocida empresarial”. Un dirigente
campesino adelantó que uno de los propósitos es “ingresar en los
establecimientos sojeros” / 24.
Bolivia en la trampa de los transgénicos
Una vez finalizada la cosecha de verano 2013 del cultivo de
soja, los datos indican que la producción de Bolivia volvió a superar la
alcanzada el año pasado y de esta manera la convierten en una producción
histórica, porque las 890.000 hectáreas cultivadas en el departamento de Santa
Cruz o 8.900 km2. Significa un importante crecimiento de la frontera agrícola
en soja. Según datos de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (
Anapo), se obtuvieron 1,900.000 toneladas de soja, superando a la campaña de
verano 2011-2012, donde se cosecharon 1,800.000 toneladas.
Anapo estima que la siembra de invierno puede llegar a las
300.000 hectáreas de soja, o 3.000 km 2 donde la mayor cantidad se cultiva en
la zona norte de Santa Cruz. Sumadas las dos campañas, verano e invierno la
producción estimada es de 2,5 millones de toneladas de soja, de las cuales
solamente el 20% es para el consumo interno el restante 80% para exportación.
Entre las dos campañas se siembran 11.900 km 2 , una superficie 1000 km 2 mayor
que Jamaica.
Contradiciones
La situación más contradictoria respecto a los transgénicos
en el Cono Sur la protagoniza este país del altiplano, ya que el crecimiento de
las cosechas de soja transgénica se opone a toda la legislación nacional que
prohíbe la producción, importación, distribución y comercialización de semillas
bio-modificadas. El Artículo 255 de la Constitución Política del Estado prohíbe
toda forma de producción, importación, y comercialización de OGMs. Desde el
2005 está en vigencia la Resolución Administrativa (vrnma Nº 135/05) que
preserva al maíz de cualquier posibilidad de contaminación transgénica. Desde
2009 el Decreto Supremo 181 (artículo 80) prohíbe la adquisición de alimentos
genéticamente modificados en las compras estatales y la alimentación
complementaria escolar. Y desde la aprobación de la Ley de Derechos de la Madre
Tierra queda establecido “el derecho a la preservación de la diferenciación y
la variedad de los seres que componen la Madre Tierra, sin ser alterados
genéticamente ni modificados en su estructura de manera artificial…”.
Esta serie de disposiciones jurídicas-constitucionales que
deberían proteger a Bolivia de la producción de OGMs es el resultado de la
resistencia y la lucha de los movimientos sociales en el país. Sin embargo,
además de las extensas plantaciones de soja -100% transgénica- en Santa Cruz
-reducto de la oposición política al gobierno de Evo Morales- el 100% del
algodón plantado es transgénico. Allí, como en Chuquisaca y Tarija, la Dirección
General de Biodiversidad y Áreas Protegidas ha recogido también muestras de
maíz transgénico en las plantaciones. Estas evidencias no llevaron a un
seguimiento y a acciones del gobierno para erradicar lo que las leyes prohíben.
Al no protegerse la diversidad genética del país, se pone en
riesgo la soberanía alimentaria de Bolivia. La expansión de estos cultivos está
consolidando el poderío de una nueva élite agro-empresarial, dependiente de las
corporaciones imperialistas de semillas y agro-químicos, que ocupa las mejores
tierras cultivables del país y se beneficia con el subsidio a los combustibles.
Incluso hay disposiciones gubernamentales permisivas con los transgénicos: pese
a saber que el 100% de la soja producida en el país es transgénica, se la
incluye en el paquete alimentario del subsidio prenatal y de lactancia. De la
misma forma no existen reglamentaciones estrictas sobre el rotulado de los
alimentos basados en transgénicos. El 75% del aceite consumido por los
bolivianos tiene origen en la soja transgénica. Lo que significa una clara
amenaza para la salud pública nacional /25.
Es indudable que el gobierno de Evo Morales tiene una
posición permisiva para los transgénicos en el país, por encima de las
disposiciones legales. Es una característica que se repite en todos los
gobiernos “progresistas” de Sudamérica: Para ellos tienen primacía los
resultados inmediatos en el comercio exterior y la entrada de divisas, por
encima de una estrategia agrícola productiva que garantice alimentos sanos, trabajo
rural abundante y soberanía alimentaria.
Uruguay: gobierno del FA es lobby de Monsanto
Uruguay tiene un total de 16 millones de hectáreas
productivas (160 mil km2 de superficie). La cosecha de soja de 2013 alcanza un
record de 3,2 millones de toneladas. La extensión de los plantíos de soja es de
1 millón 275 mil hectáreas, o 12.750 km2 (una superficie mayor que Líbano).
La soja transgénica invadió las mejores tierras del país,
con costas al Rio Uruguay y al Rio Negro, desplazando a la ganadería que
ocupaba con pasturas toda esa región. La ganadería debió replegarse al norte,
este del país y parte del centro, lo que va a desarrollar una readaptación de
este sector en un plazo de 15 o 20 años, hasta que las nuevas tierras ocupadas
se transformen en praderas de pastos para la pecuaria. Las antiguas praderas
ganaderas propiedad de la oligarquía agropecuaria nacional, son ahora el
“desierto verde” de la soja transgénica controlado por una alianza del capital
financiero con las corporaciones de la biogenética y los agro-químicos. Y en
parte también de las plantaciones de eucaliptus. Con sus múltiples
consecuencias negativas en término de soberanía, salud pública y contaminación
ambiental.
Es previsible en lo inmediato el desbalance del carbono en
las tierras. Los agrónomos insisten en que hay una altísima pérdida de fósforo
y nitrógeno por la falta de rotación de los cultivos y que la fertilización
exigirá más azufre y potasio en las próximas cosechas. La suba de los
fertilizantes es un tema que influirá en el futuro inmediato. A lo que se
agrega una escalada de precios de las semillas y los plaguicidas. Ya vimos la
multiplicación por más de 5 veces del costo de la nueva Tecnología Intacta RR2
PRO de Monsanto.
La fumigación aérea con pesticidas no está prohibida ni
reglamentada, como en todos los países de Sudamérica. No existe un seguimiento
sobre la salud de los pobladores en las zonas afectadas por las fumigaciones,
ni revisiones o controles sobre la pureza del agua en reservatorios, cañadas,
ríos, lagunas, tanques, etc. en las regiones de los plantíos transgénicos. Y
los grandes medios censuran cualquier información al respecto.
Vecinos de Guichón y de Costas de San Francisco, en
Paysandú, denunciaron la presencia de glifosato en el agua potable durante
2012. El vicepresidente de OSE, Daoiz Uriarte, declaró a El País que en la zona
se hacían pruebas para medir la potabilidad del agua, sobre todo para detectar
la presencia de atrazina, un herbicida que es bastante tóxico para los seres
humanos y animales. Sin embargo, el funcionario reconoció que no se hacían
análisis para detectar glifosato. He aquí una de las maniobras con que los
burócratas se hacen cómplices de Monsanto: el glifosato es el herbicida que
hasta ahora se utiliza en exclusividad en todas las plantaciones de soja
transgénica. Pero OSE cuando hace estudios de potabilidad del agua intenta
encontrar atracina. Por si quedaran dudas de su actividad de encubridor, Daoiz
Uriarte señaló además que OSE no tiene capacidad de imponer normas o multas a
empresas que rocíen glifosato cerca de cuerpos de agua.
En abril de 2012, la maestra Silvia Nobelasco fue fumigada
por un 'mosquito' (drone) que aplicaba agrotóxicos a 35 pasos de la Escuela 30
de Rolón (Río Negro) donde ella ejercía su profesión y actuaba como directora.
Sobre las ocho de la noche se asomó y vio las máquinas cosechadoras y un 'mosquito'
que abría sus 'alas'. Aunque se acercó al operario para hacerle notar que la
máquina estaba muy cerca de la escuela, y no a los 500 metros de distancia
mínima que debían mantener, fue rociada con agroquímicos. Al día siguiente se
despertó con picazón “de la cabeza a los pies” y ahogo por haber aspirado ese
rocío compuesto por “glifosato, Amina 2-3 y Banwed”, detalló. Enseguida realizó
la denuncia ante el Juzgado en lo penal y en lo civil de Young y también ante
el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) -cuyos inspectores
determinaron que el maquinista cometió irregularidades en el procedimiento.
También hizo la denuncia al Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Ministerio
de Trabajo (MTSS). La picazón y el dolor de cabeza le duraron tres meses y,
todavía hoy, en la Escuela 33 rural de Punta de Averías -, donde trabaja
actualmente, “siento el olor a los agrotóxicos y se me cierra el pecho”. Silvia
le ganó el juicio a la empresa Agronegocios del Plata (ADP) que deberá pagar
una indemnización de 6.800 dólares, aunque remarca que: “Mi intención no era el
dinero, sino sentar un precedente, para que la gente se anime y denuncie” /26.
El fallo sienta sí un precedente, como en el caso de las “Madres de Ituzaingó”
en Argentina, pero la responsabilidad se adjudica al último eslabón de la
cadena, cuando existen responsables directos en los múltiples órganos estatales
implicados (todos los ministerios donde la maestra Silvia Nobelasco realizó la
denuncia) y en especial la responsabilidad principal recae sobre el ejecutivo
del gobierno frenteamplista, y sus aliados: las corporaciones imperialistas de
los transgénicos y agro-tóxicos.
Los 800 productos alimenticios que contienen transgénicos y
se comercializan en el país, no tienen obligación de informarlo en las
etiquetas de sus envases. Las empresas prefieren que sea así porque son
conscientes de los daños que implica la ingestión de productos con transgénicos
y de ese modo se confunden con los productos orgánicos.
Los extensos plantíos de granos de genética modificada ya
afectaron la calidad de la miel uruguaya. Uruguay posee alrededor de 3.000
pequeños productores apícolas que explotan cerca de 400 mil colmenas, la
mayoría en la zona sur del país. En 2009 las colmenas uruguayas fueron
afectadas por el insecticida fipronil usado para combatir la explosión de
densas poblaciones de langostas generadas en las grandes superficies con
monocultivos. También estos monocultivos de granos genéticamente modificados,
serían la causa del rastro transgénico que los inspectores de los organismos
sanitarios europeos detectaron en la miel uruguaya. Como consecuencia la miel
uruguaya perdió el estatus de producto natural en Europa y se calcula que
varios millones de dólares se evaporaron en las ventas de los siguientes años.
Hace pocas semanas el ministro Tabaré Aguerre señaló como un gran avance, la
información previa por internet de los planes de fumigación de la agroindustria
para que los propietarios de colmenas puedan poner a buen recaudo sus enjambres
/27.
Respecto a la resistencia a esta invasión de las
corporaciones transgénicas debemos hacer una primera aclaración: los sindicatos
que en el siglo pasado protagonizaron grandes luchas y resistencias, en la
actualidad frente a estos sectores que centralizan la ofensiva actual
imperialista en Latino América, o tienen una total indiferencia o directamente
colaboran con su accionar. Respecto al agro-negocio -las pasteras de celulosa
UPM (Fray Bentos) y Montes del Plata (Conchillas -Colonia)- como a la minería a
cielo abierto -Aratirí en Valentines- tanto el sindicato de la construcción
(SUNCA) como el metalúrgico (UNTMRA) han actuado como “asociados”, para decirlo
en forma elegante.
Hay que recordar que la expropiación de la tierra
agropecuaria en Uruguay por la oligarquía terrateniente no es un hecho
reciente. Se inicia en el siglo XIX durante la presidencia de Fructuoso Rivera
y el grupo “los cinco hermanos” de Lucas Obes y sus cuatro cuñados, que fueron
quienes desmontaron la reforma agraria artiguista y se completa en el mismo
siglo. Y que no existe un amplio campesinado ni un numeroso sector de
trabajadores rurales. Hay un destacado movimiento de cañeros en la frontera con
Brasil (UTAA - Bella Unión) que levantó oportunamente la consigna de reforma
agraria en las décadas del 60-70 y que hoy continúa luchando a pesar del
aislamiento al que lo confina el gobierno del FA.
Existe un importante movimiento social, la Asamblea Nacional
Permanente en Defensa de la Tierra, el Agua y los Bienes Naturales que este año
en mayo logró movilizar en una marcha cerca de 20 mil personas en Montevideo.
Pero la tradición “frenteamplista” es de una pobrísima conciencia sobre
ecología y problemas ambientales. Es una herencia de la fuerte influencia
stalinista en la llamada “izquierda” del siglo pasado. El término
“ambientalista” se usa aún, no sólo en forma peyorativa, sino también como
insulto. En momentos que la presidencia de Tabaré Vásquez creó un conflicto con
Argentina por la defensa de la empresa imperialista Botnia (hoy UPM) productora
de pasta de celulosa, ante los reclamos por contaminación del agua por parte de
la población de la ciudad de Gualeguaychú en costas argentinas del río Uruguay,
en la ciudad de Fray Bentos -frente a la ciudad argentina- se realizó una
“pintada” con el resignado y derrotista texto: “Prefiero morir de cáncer que de
hambre”, como un intento de contestar a los ambientalistas.
Por eso no es extraño que en Uruguay el interlocutor
principal de Monsanto sea el propio gobierno del Frente Amplio. Primero por
intermedio de José Mujica cuando este fue ministro de ganadería, agricultura y
pesca en la presidencia de Tabaré Vásquez. Fue en esos años que Monsanto
invadió sin control con sus semillas transgénicas y que las pasteras de
celulosa imperialistas se apropiaron de 1 millón de hectáreas para
transformarlas en “desierto verde” de eucaliptus. El ministerio agrícola de
Mujica tiene el triste record de la mayor extranjerización de la tierra en le
historia de Uruguay. Proceso continuado luego con el ministro Tabaré Aguerre
bajo la presidencia del propio José Mujica.
Así como el ministro de agricultura de Brasil, el ministro
de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Tabaré Aguerre, actúa abiertamente
como apoderado de los intereses de Monsanto, realizando gestiones en el marco
de su visita a la República Popular China, para que ese país apruebe la
autorización de la soja Tecnología Intacta RR2 PRO que Monsanto pretende
imponer en las zafras 2013-2014 del enclave sojero sudamericano. Durante su
participación en el Primer Foro de Ministros de Agricultura China – América
Latina y Caribe (Beijing 09 06 2013), Aguerre mantuvo un encuentro bilateral
con el ministro de Agricultura Han Changfu, donde le planteó la inquietud
respecto a la autorización a la nueva tecnología de la multinacional. Recibió
como respuesta que las autoridades chinas se encuentran en la última etapa del
proceso de aprobación de un conjunto de eventos transgénicos, entre ellos la
soja Intacta /28.
El funcionamiento legislativo de los parlamentarios
frenteamplistas es de disciplina absoluta al gobierno. Los “posibles
disidentes” a estas políticas extranjerizantes saben que cualquier
desobediencia a las propuestas gubernamentales pone en cuestión su continuidad
como parlamentarios y su permanencia en las listas electorales futuras. En
Uruguay el lobby de Monsanto es el gobierno del FA y toda su bancada
parlamentaria que se somete sin restricciones a las corporaciones del
agro-negocio.
De manera que no fue necesario un trabajo preparatorio de
infiltración en el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria ( INIA),
como en Argentina. Por el contrario para el INIA la orden de firmar un convenio
con Monsanto vino directamente del ministro. Según las autoridades del INIA el
convenio “consistiría” -sin tener acceso a clausulas sigilosas- en ceder tres
variedades de soja a Monsanto para que se les introduzcan los dos genes
resistentes, uno a herbicidas y otro a insectos. E ingenuamente (?) dicen que
“todavía no se ha negociado la parte comercial con la multinacional” /29.
Monsanto pretende el dominio absoluto de las patentes de las semillas, cobrar
por su uso y convertir la agricultura del país en dependiente de sus simientes
e insumos. Es decir controlar en forma dominante el primer eslabón de la cadena
alimentaria. Y quién no admita esa obviedad puede elegir definirse como otario
o deshonesto.
Carta abierta de los científicos
En el correr de este texto, nos hemos referido en especial a
los científicos, tecnócratas, biólogos, burócratas, políticos, etc. que son
cómplices de la manipulación genética del agro-negocio. Pero queremos destacar
también, que desde 1999 existe un instituto de científicos mundiales que alertó
sobre lo que hemos dado en llamar guerra química contra la Naturaleza, y
continúa haciéndolo.
“ El Institute of Science in Society es una organización de
científicos mundiales, sin fines de lucro, dedicados a poner fin a lo que ellos
llaman ‘el peligroso experimento’ OGMs. En su carta abierta al mundo, han
destacado por que los gobiernos necesitan cesar las cosechas genéticamente
manipuladas ahora antes que los efectos se tornen irreversibles en la salud de
las personas y la salud de la tierra en general.”
En 1999, el primer borrador de esta carta contaba con poco
más de 300 firmas. A la fecha de hoy cuenta con más de 800 firmas. Es un texto
educativo e imprescindible para comprender en profundidad la amenaza que significan
las siembras con semillas bio-manipuladas. Para acceder a un resumen de la
Carta Abierta clique en el link:
http://cultural.argenpress.info/2013/09/carta-abierta-de-800-cientificos.html
Expansión de un proceso de acumulación capitalista en base territorial
Es importante tratar de identificar los mecanismos
económicos y los cambios que produce este régimen de acumulación de capital de
base territorial /30 que impulsan las agro-industrias de monocultivos de
“commodities” y -con sus particularidades- también las mineras a cielo abierto.
Los dos son emprendimientos del Capital que tienen predominio como motor de la
acumulación capitalista actual en Latino América y provocan los mayores focos
de conflicto con las poblaciones y comunidades continentales. Las corporaciones
invaden, usurpan y contaminan los territorios donde, por derecho, siempre se ha
desarrollado la vida de los pobladores nativos, que en distintos niveles
resisten.
Nos limitaremos a algunas sucintas observaciones sobre el
tema, que en verdad exigiría un estudio detallado por parte de un equipo de
trabajo que se extendiera sobre las particularidades de cada país y
profundizara aspectos que apenas podemos esbozar y otros que surgieran de la
investigación /31.
“El capital requiere una constante revolución de los
sistemas de transportes y comunicaciones y una integración geográfica creciente
de los mercados. La tipología de los arreglos espaciales abarca fenómenos
espaciales de todo tipo, que van desde el colonialismo y el imperialismo hasta
la libre circulación de capitales o la conquista geopolítica de fuentes de
recursos naturales claves para la expansión capitalista.” /32
Este tipo de acumulación capitalista en base territorial
tiene como objetivo inmediato esa apropiación de recursos naturales. Y como
instrumentos de intervención las empresas dedicadas a la biogenética que
comienzan por crear semillas resistentes a los pesticidas para eliminar la
tradicional preparación previa de la tierra para la siembra y el trabajo manual
de eliminar plantas “invasoras indeseables” mientras se desarrolla el plantío.
Se impone así la “siembra directa” que supuestamente ahorraría trabajo vivo al
emprendimiento agrícola. Y como consecuencia inmediata expulsa trabajadores
rurales y agricultores familiares o comunitarios. Esto implica un primer cambio
estructural que es la apropiación monopólica de las semillas -a través de las
patentes sobre organismos, líneas celulares y seres vivos- y la concentración
creciente de tierras, sean éstas en propiedad o arrendadas. Esto determina el
control total de la agricultura por un puñado de corporaciones imperialistas en
los países que se prestan a la tecnología transgénica. A lo que se suma la
necesidad cada vez mayor de utilizar pesticidas favoreciendo a las corporaciones
agro-químicas -que son las mismas que producen las semillas- con la consecuente
contaminación de tierra, agua y aire.
En los casos de agro-negocios estudiados en Sudamérica la
acumulación de capital es fruto de una combinación de “renta de la tierra” -una
categoría pre- capitalista que sobrevive- y “ganancia” (o extracción de
plusvalor). La primera categoría se hace evidente en el proceso de valorización
creciente de la tierra por su utilidad para el agro-negocio. En la especulación
territorial consecuente y en la posibilidad de arrendar las tierras para el
plantío de la soja u otros transgénicos, todo lo que produce “renta de la
tierra”. Pero a esto se agrega una inversión creciente en capital constante,
tanto en maquinaria agrícola como en insumos: en semillas genéticamente
modificadas, en fertilizantes, en pesticidas y agro-químicos en general y en
combustibles. El plusvalor que se extrae no es principalmente producto del
trabajo vivo, -explotación de campesinos- proviene más que todo de trabajo pretérito,
objetivado, (como los llamó Marx) “materializado” en la maquinaria, la materia
prima y la previa investigación científico-técnica. Reuniéndolos como capital
constante.
Con esa exigencia de las agro-industrias, las mineras de
cielo abierto y las pasteras de celulosa, de grandes valores de capital
constante para funcionar se pretende postergar la aparición de problemas -ya
manifiestos- de exceso de acumulación de capital, que aumentaría la competencia
y rivalidad entre los capitalistas y atentaría contra la estabilidad del
dominio del Capital.
Por otro lado se abre un espacio para la intervención
directa del capital financiero que entra en el agro-negocio -muchas veces a
través de fondos de inversión- tanto en la especulación sobre el precio de la
tierra, como en la capitalización de “pools de siembra” o en la especulación en
el mercado de futuros de commodities. En esas tres variantes el capital
financiero interviene cumpliendo un rol central.
El Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil, en su lucha
por la Reforma Agraria identificó un cambio estructural en la propiedad de la
tierra. Desde antes de 2005, la mayoría de las luchas por tierras habían dejado
de ser contra “fazendeiros” (hacendados individuales) y se desarrollaban ahora
contra sociedades anónimas mayormente representantes de capitales financieros.
Los clásicos “coroneles” terratenientes habían sido sustituidos en las
negociaciones por batallones de abogados corporativos. Y la confrontación
pasaba a tener aspectos muy diferentes.
En las naciones que alojan el enclave transgénico
Sudamericano, se pueden identificar cambios importantes tanto en la estructura
-como en el caso antes citado-, como también en la infraestructura y la
superestructura de los países. Los más evidentes son los cambios estructurales
porque ellos tienen como consecuencia casi inmediata el descontento popular y
las confrontaciones. Pero existe una interrelación entre estas transformaciones
que a veces es difícil de identificar. En la infraestructura de los países
sojeros sudamericanos dominan las inversiones estatales que no provienen de
necesidades o avances en la situación de sus poblaciones, sino de necesidades
específicas de la acumulación de capital imperialista. La infraestructura
necesaria para el transporte de los recursos nacionales extraídos por las
corporaciones ocupa las preocupaciones principales de estos gobiernos.
Las grandes movilizaciones urbanas de junio 2013 en todo
Brasil -más allá de las maniobras gubernamentales para cambiarles el contenido,
o la confusión en que se sumergió la “izquierda” heredada del siglo anterior
ante la situación inesperada- se iniciaron por el aumento del boleto urbano a
lo que de inmediato se agregó la protesta por las deficiencias en la salud y la
enseñanza pública. Allí hay un primer componente estructural que deviene de la
expulsión de la población rural hacia ciudades cada vez menos sustentables. El
deterioro de la movilidad urbana que hizo explotar a las poblaciones en las
grandes ciudades, es la consecuencia no sólo de este aspecto. También de un
sistema global de transporte público en los municipios, estados y la Unión,
estructurado en base a empresas concesionarias o permisionarias, es decir
privatizado en su totalidad. A los concesionarios no les interesa ni la comodidad
ni el bajo costo para el usuario, su preocupación es acrecentar las ganancias.
Mientras tanto los Programas de Aceleración del Crecimiento
(PAC I y II) de las dos presidencias de Lula con un costo de 1 billón 248 mil
millones de US$ apuntaron a realizar las obras de infraestructura necesarias en
carreteras, ferrovías, puertos, para el traslado de granos y otros productos
primarios, con destino a la exportación, así como para el mejoramiento de las
comunicaciones y los aeropuertos, ambos imprescindibles para su
comercialización. El mismo objetivo tiene el Plan Nacional de Logística lanzado
por Dilma en agosto de 2012 y que ella denominó “festival de licitaciones”, en
medio del descontento de junio pasado, para lograr el apoyo de la burguesía
nacional.
Las inversiones en infraestructura de los gobiernos del PT
no estuvieron dirigidas a modificar positivamente la desigualdad que existe en
el país. La más clara lectura de la situación social de Brasil se puede
sintetizar en pocas cifras: mientras que por su PIB el país alcanzó el 6º lugar
en la economía mundial, ocupa la 84º posición entre 189 países en el Índice de
Desarrollo Humano (IDH) mundial. El IDH, con limitaciones, mide el grado de
desigualdad del país. En la atención de salud Brasil ocupa el lugar 72º. En la
educación, recordemos que en enseñanza básica (primaria) más de la mitad de
alumnos del 3er año son analfabetos, y que casi el 60% de los jóvenes entre 18
y 20 años no terminan la enseñanza media.
En el plano infra-estructural, algo similar pasa en
Argentina con la profunda crisis del transporte ferroviario desde la provincia
hacia Buenos Aires. La privatización del transporte ferroviario y como
consecuencia su deterioro, combinada con el crecimiento de la población
suburbana, ha desembocado en graves accidentes que impulsan conflictos
reivindicativos.
Estos cambios infraestructurales benefician tanto al
agro-negocio, como a la minería a cielo abierto y las plantas productoras de
celulosa. En Uruguay, se planifican obras faraónicas como el mineroducto para
transportar el concentrado de hierro en una corriente de agua desde la mina
Aratirí en Valentines hasta la costa atlántica de Rocha, con el desperdicio y
contaminación de millones de litros de agua. Obras que no aportan ningún
beneficio a la población del país, que es quién las terminará financiando y
pagando. Lo mismo se puede afirmar sobre la construcción de un puerto de aguas
profundas para el transporte de los minerales y los granos. O la habilitación
del puerto oceánico turístico y deportivo de La Paloma como depósito y embarque
de los troncos de eucaliptus producidos en el este del país para trasladarlos
con menor costo hacia el río Uruguay. Habilitación impuesta a la población del
balneario por medio de represión policial y judicial. Ejemplos todos de
desarrollo infraestructural que se impone por medio de presiones del aparato
represivo y la justicia, o se legalizan en el legislativo, beneficiando
exclusivamente a las corporaciones expoliadoras de recursos naturales.
En tercer lugar están las transformaciones
super-estructurales. Ya dimos un ejemplo con el crecimiento de la
representatividad de la bancada “ruralista” del Congreso brasileño su
crecimiento y poder de despojar tierras campesinas o comunitarias y aprobar los
peores procedimientos del agro-negocio, incluido el trabajo esclavo. En la
actualidad están centrados en la aprobación de Proyectos de Enmiendas
Constitucionales que favorezcan los intereses de la agro-industria. Como la PEC
215 que detendría el otorgamiento de tierras indígenas. Algo que ya es un hecho
aceptado por el gobierno del PT.
Del mismo tenor super-estructural es el rol asumido de
gestores nacionales e internacionales de Monsanto, tanto del ejecutivo uruguayo
como de la bancada parlamentaria frenteamplista. El gobierno frenteamplista es
quien actúa abiertamente como lobby de Monsanto. Lo mismo ocurre con los
burócratas de Itamaratí y sus gestiones pro-Monsanto en China. O con los
parlamentarios “ruralistas” en presión permanente para que se aprueben las más
absurdas bio-tecnologías de las corporaciones.
En las legislaciones nacionales o en la justicia no existe
ninguna clase de trabas para la ampliación de los plantíos transgénicos. Ni
para la fumigación aérea con plaguicidas que ya tiene sus víctimas conocidas.
Mientras, es muy desigual la oposición social a toda esta peligrosa injerencia
imperialista.
En Paraguay una provocación policial combinada a la
creciente decepción popular con el gobierno de Lugo, permitió un golpe de los
terratenientes en alianza con el imperialismo. Fue el cambio institucional más
radical que obtuvo el agro-negocio en el enclave sojero. Las primeras
decisiones del gobierno de Franco tuvieron como objetivo tranquilizar al
agro-negocio y las corporaciones imperialistas.
Es importante también determinar los cambios en términos de
mutación en el sistema represivo tanto respecto a las distintas policías como
en el aspecto judicial.
Ese éxodo rural hacia las ciudades, acentuado por el
agro-negocio crea en ellas dificultades en la sustentabilidad habitacional y de
servicios públicos. Y como la prioridad no es el mejoramiento del hábitat
ciudadano, la forma de controlar el descontento es la represión. Por más
gobiernos autodefinidos como “progresistas”, en los cinco países sudamericanos
del enclave sojero ha aumentado la represión urbana, además de la rural. En
Brasil el ejemplo más destacado es Rio de Janeiro donde en 10 años (entre 2001
y 2011) se contabilizaron 10 mil muertes de pobladores provocadas por la
policía. Cifra que supera las muertes en algunos países en guerra/33.
En el Plan Nacional de Logística lanzado por Dilma Rousseff
se incluyen las obras “necesarias” para alojar mega eventos deportivos (copa de
las confederaciones -2013- campeonato mundial de futbol -2014- y Juegos olímpicos
de 2016). Y está utilizando ese Plan para realizar una contra reforma urbana en
las principales ciudades del país. La mayoría de los desplazamientos de
pobladores favorecen una “limpieza” en zonas con comunidades conflictivas y
abren espacio para la valorización territorial, funcional a la especulación
inmobiliaria. En Rio el número de de afectados es cerca de las 30.000 personas.
De esta forma hay un desplazamiento de esos pobladores hacia zonas más lejanas
de la ciudad, lo que representa una pérdida en términos de transporte, horas y
gastos, para que dichos pobladores lleguen a los locales de trabajo” /34. En
las favelas que tienen una interface mayor con los locales de los eventos, la
ocupación militar a través de las Unidades de Policía Pacificadora (UPPs), no
van acompañadas de un avance en los servicios públicos y los derechos
ciudadanos. No se trata entonces, de una reestructura que beneficia el deporte
o la ciudadanía, sino centrada en grandes emprendimientos inmobiliarios. Se
está agrediendo el capital social de muchas de esas comunidades: su capacidad
de resistir el clientelismo político, los desplazamientos autoritarios, la
violencia policial, e incluso al tráfico de drogas. Con esta contra-reforma
urbana, a la vez de favorecer la especulación inmobiliaria, se está tratando de
desmontar la organización comunitaria. Por eso en junio las movilizaciones en
Rio fueron las más numerosas.
La represión policial tiene su correlato en términos
judiciales: en las prisiones brasileñas se hacinan más de medio millón de
detenidos, lo que ubica al país en el 4º lugar en el mundo por su población
carcelaria, después de las “democracias” de EEUU, China y Rusia. También en
Brasil la política estadounidense de penalidad punitiva contra los pobres
encubierta en las ficciones de “tolerancia cero” y “lucha contra la droga” ha
hecho desastres. Y está implícita en los cambios socio-económicos necesarios al
extractivismo imperialista de recursos naturales.
En Uruguay, desde marzo de 2005 -al asumir Tabaré Vásquez-
cuando los presos sumaban 5000, a diciembre de 2012 -en el segundo año de la
presidencia de Mujica- cuando alcanzaron la cifra de 10.000, el blanco de la
“política de seguridad” no fueron los clasificados genéricamente como
“delincuentes”, sino aquellos que provienen de los sectores “más vulnerables”
de la sociedad: los trabajadores empobrecidos, los precarizados, los
desempleados, los niños y jóvenes hijos de la extrema miseria. Más del 60% no
tiene condena. A todos ellos la justicia -sin juzgarlos- los sentencia a
“prisión preventiva” a pesar que más del 90% está preso por cometer un solo
delito. En Uruguay el “problema” principal no es el éxodo rural que desborda
las ciudades, sino los procesos de exclusión social que están implícitos a la
injerencia de las corporaciones del agro-negocio, la minería a cielo abierto y
los “desiertos verdes” de las pasteras de celulosa.
Lo más grave es que ya se anuncia una segunda etapa
represiva más amplia: ahora existen varias denuncias de espionaje policial e
infiltración en movilizaciones y de “mal trato” e incluso tortura en
dependencias policiales a activistas de movimientos sociales. Y no se trata de
denuncias inconsistentes, la realizan las principales organizaciones de
derechos humanos del país. Se trata de una consecuencia inevitable del proyecto
económico del gobierno, alentado además por la absoluta impunidad para los
delitos de lesa humanidad ejecutados por policiales y militares de la
dictadura. Algunos de ellos aún en actividad.
Con esta somera enumeración no pretendemos agotar los
múltiples aspectos y consecuencias de las transformaciones que el agro-negocio
está imponiendo en Sudamérica, con la complicidad de los gobiernos nacionales.
Solo intentamos llamar la atención sobre la magnitud del problema -cosa que
solo puede apreciarse si se enfoca el conjunto de los países- y sobre la
necesidad de una articulación de los distintos movimientos que resisten esta
ofensiva, para potenciar y fortalecer su capacidad de lucha.
Notas
1/ Georgina Catacora Vargas (coordinadora) Producción de
soja en las Américas: actualización sobre el uso de tierras y pesticidas.
Investigación realizada por El Centro para la Bioseguridad de Noruega, espacio
dedicado a la investigación y la docencia en la tecnología genética y sus
consecuencias en el ambiente y la salud. El relevamiento y procesamiento de
información llevó seis meses de trabajo de investigadores y periodistas de
Uruguay, Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia. Enero de 2012.
2/ El Grupo ETC es una organización internacional dedicada a
"la conservación y promoción de la diversidad cultural y ecológica y los
derechos humanos". El nombre legal completo es Grupo de Acción sobre
Erosión, Tecnología y Concentración. "ETC" está destinado a ser
pronunciado "etcétera".
3/ Georgina Catacora Vargas. Ibíd.
4/ De la Torre, Fajnzylber y Nash, (2009), Desarrollo con
Menos Carbono: Respuestas Latinoamericanas AL Desafío Del Cambio Climático.
Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF)/Banco Mundial,
Washington DC.
5/ Hasta ahora era la Fundação Nacional do Indio (Funai)
quien conducía los procesos de demarcación, como órgano federal responsable por
el establecimiento y la ejecución de la política indigenista brasileña en
cumplimiento de lo que determinaba la Constitución Federal Brasileña de 1988.
6/ Thomas Pappon. Cultivos transgénicos superan a los
“naturales” en Brasil. BBC Brasil 08 02 2013.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/02/130208_economia_brasil_cultivos_geneticamente_modificados_yv.shtml
7/ Instituto Humanitas Unisinos . 13 metais pesados, 13
solventes, 22 agrotóxicos e 6 desinfetantes na água que você bebe. 29 03 2011.
" En la zafra 2009-2010 para Brasil usó 900 millones de litros de
agro-tóxicos. Es el mayor consumidor del mundo. ¿A dónde va a parar todo ese
volumen? Eso es lo que hemos estado investigando. Estudiamos la contaminación
de las aguas. Y para eso la gente trabaja con las cuencas, pues las nacientes
de los ríos de esas cuencas están dentro de las plantaciones de soja.” Afirma
el médico y doctor en toxicología, Wanderlei Pignati.
http://www.ihu.unisinos.br/noticias/41835-13-metais-pesados-13-solventes-22-agrotoxicos-e-6-desinfetantes-na-agua-que-voce-bebe
Para enterarse sobre los daños a la salud extremamente
graves que producen los agrotóxicos como alteraciones hormonales y
reproductivas, daños hepáticos y renales, disturbios cognitivos y neuro-motores
y cáncer, entre otros, recomendamos la lectura del dossier preparado por la
Associação Brasileira de Saúde Coletiva (Abrasco)– Um alerta sobre os impactos
dos agrotóxicos na Saúde.
http://www.abrasco.org.br/UserFiles/File/ABRASCODIVULGA/2012/DossieAGT.pdf
8/ Leonardo Melgarejo , A transgenia está mudando para pior
a realidade agrícola brasileira . Instituto Humanitas Unisinos 03 06 2013.
http://www.ihu.unisinos.br/entrevistas/520591
9/ Existen innumerables ejemplos de que, las denominadas por
la agro-industria de monocultivos como “hierbas dañinas”, son plantas que
cumplen alguna función importante en la biodiversidad como alimento o hierbas
medicinales insustituibles. Tenemos aquellos vegetales que sobrevivieron como
plantíos espontáneos. Éste es el caso, por ejemplo de las hojas de amaranto.
Actualmente el amaranto inca o Kiwicha se está convirtiendo en un problema para
cultivos como el de la soja debido a que esta especie es altamente resistente a
herbicidas como el glifosato ; sin embargo, el amaranto tiene más proteínas y
vitaminas que la soja. Con la quinua o quínoa, muy rica en hierro y vitaminas y
usada como cereal por las poblaciones andinas pasa algo similar: son
pulverizadas con venenos y herbicidas y estigmatizadas como plagas por el
agro-negocio.
10/ Andrew Pollack. Environmental Review to Delay Two
Engineered Crops. New York Times, 10 05 2013.
http://www.nytimes.com/2013/05/11/business/energy-environment/environmental-review-to-delay-two-engineered-crops.html?_r=0
11/ Janara Nocoletti Desordem de colapso das colônias
derruba exportaçoes de mel do Brasil. Agência Deutsche Welle, Eco Debate 10 09
2013.
http://www.ecodebate.com.br/2013/09/10/desordem-de-colapso-das-colonias-colony-collapse-disorder-ccd-derruba-exportacoes-de-mel-do-brasil/
12/ Brasil vai à China por soja da Monsanto Boletín AS-PTA
Nº 632 del 14 de junio 2013. boletim@aspta.org.br
13/ J. L. Berterretche, Brasil: Golpe de timón... a la
derecha, 17 06 2013
El Mapa citado fue elaborado por Fiocruz y la ONG Fase, fue
lanzado en 2012 y se accede a él por el link:
http://www.conflitoambiental.icict.fiocruz.br/
14/ Discurso ovacionado de la presidenta Cristina Fernández
en la inauguración de la 136º Fiesta del lago, el 15 de febrero de 2013.
15/ Documento emitido por las entidades Greenpeace,
Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y Fundación Vida Silvestre.
16/ Pool de siembra es la denominación que recibe en
Argentina un sistema de producción agraria caracterizado por el papel
determinante del capital financiero y la organización de un sistema empresarial
transitorio que asume el control de la producción agropecuaria, mediante el
arrendamiento de grandes extensiones de campo, y la contratación de equipos de
siembra, fumigación de plagas con agroquímicos, fertilización, cosecha y
transporte, con el fin de generar economías de escala y altos rendimientos. Al
finalizar la cosecha y realizarse el producto en el mercado, las ganancias son
distribuidas.
17/ Federico Czesli En Ituzaingó nos fumigan con cáncer El
Puercoespín, 08 12 2012.
http://www.elpuercoespin.com.ar/2012/12/07/argentina-en-ituzaingo-nos-fumigan-con-cancer-por-federico-czesli/
18/ Ibídem. El biólogo Raúl Montenegro fue distinguido en
2004 como Premio Nobel Alternativo por la Right Livelihood Award de Estocolmo,
Suecia, por su participación en la lucha de Madres de Ituzaingó.
19/ Informe Final de la Comisión de Verdad y Justicia,
conclusiones y recomendaciones como resultado de su trabajo iniciado en octubre
de 2004 y concluido en agosto de 2008. Subtitulo “Tierras rurales mal habidas”
Parágrafos 192 a 203.
http://www.derechoshumanos.net/lesahumanidad/informes/paraguay/Informe_Comision_Verdad_y_Justicia_Paraguay_Conclusiones_y_Recomendaciones.pdf
20/ Portal Paraguayo de Noticias Estiman que el 90 % de los
bosques han desaparecido 28 04 2009
http://www.ppn.com.py/html/noticias/noticia-ver.asp?id=51521&desc=Estiman-que-el-90-de-los-bosques-han-desaparecido
21/ En el discurso de los campesinos paraguayos, los
brasiguayos son los brasileños ricos e inversionistas de multinacionales que
están invadiendo el País. La mayoría detentando títulos de posesión inválidos o
fraudulentos. Se estima en 300 mil la cantidad de brasiguayos, la mayoría
dedicados a la plantación de semillas transgénicas en el departamento Alto
Paraná. Pero también han invadido otros departamentos no limítrofes con Brasil.
22/ Tranquilo Favero, conocido como “el rey de la soja”, es
brasileño naturalizado paraguayo y posee el sólo un millón de hectáreas de soja
que le permiten facturar U$S 1.500 millones por año. Paga US$ 0,50 por hectárea
de impuestos y el gobierno colorado anterior a la presidencia de Lugo, le
regaló centenas de millones de dólares a través de un gasoil subsidiado, que
hoy se transformó en deuda de la estatal PETROPAR.
23/ Diario E’a, Nuevo gobierno acelera trámites para que
transnacionales operen en Paraguay 04 07 2012.
http://ea.com.py/franco-acelera-tramites-para-que-trasnacionales-operen-en-paraguay/
24/ Alberto Núñez, Campesinos retoman los cortes de ruta e
invasiones La Nación 03 09 2013.
http://www.lanacion.com.py/articulo/139766-campesinos-retoman-los-cortes-de-ruta-e-invasiones.html
25/ notiboliviarural.com, Producción de soja vuelve a batir
record en Santa Cruz
05 06 2013
http://www.notiboliviarural.com/index.php?option=com_content&view=article&id=6412:produccion-de-soya-vuelve-a-batir-record-en-santa-cruz&catid=293:agricola&Itemid=543
26/ Maestra fumigada con agrotóxicos gana juicio a empresa y
sienta precedente en el país. Uy Press, 23 06 2013. www.uypress.net/ La
Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que más del 25% de los casos
mundiales de Parkinson están ligados a factores ambientales, como la exposición
a productos químicos,
27/ Noéli Nobre, Apicultores apontam agrotóxicos como
culpados por mortes de abelhas, Información de la Agência Câmara de Notícias
(Congreso Brasil) publicado por EcoDebate 09 07 2013.
http://www.ecodebate.com.br/2013/07/09/apicultores-apontam-agrotoxicos-como-culpados-por-mortes-de-abelhas/
28/ Funda Vida Gestión de Aguerre por la soja transgénica
Intacta 11 06 2013.
http://www.fundavida.org.ar/web2.0/2013/06/11/argentina-y-uruguay-lobbystas-de-monsanto/
29/ Preocupación Patente La Diaria, 04 07 2012
http://ladiaria.com.uy/articulo/2012/7/preocupacion-patente/
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que más del 25% de los casos
mundiales de Parkinson están ligados a factores ambientales, como la exposición
a productos químicos.
30/ David Harvey El Nuevo imperialismo: acumulación por
desposesión. Socialist Register, 2004.
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/social/harvey.pdf
31/ Aquí nos referimos a un equipo con investigadores o
periodistas de los 5 países que alojan el enclave sojero sudamericano.
Interesados comunicarse con el autor: juan.luis.bv@gmail.com .
32/ Emmanuel Rodríguez e Isidro López. Crisis urbana y
derecho a la ciudad – Circuitos secundarios de acumulación y competitividad
territorial . Viento Sur. Nº 116, Mayo 2011, p. 51.
http://www.vientosur.info/articulosabiertos/VS116_Rodriguez_Lopez_Circuitos.pdf
33/ Dez mil mortes em dez anos. Observatorio de Favelas. 30
08 2013. Datos recogidos por el sociólogo Michel Misse en colaboración con la
Orden de Abogados de Brasil (OAB/RJ) muestran esta cifra de muertes catalogadas
por la policía como producto de “resistencia a la detención” (“autos de
resistência” en la jerga policial) y “desaparecidos”, muchos de ellos de las
propias dependencias policiales. Y aquí no se contabilizan los crímenes de las
“milicias”, bandas policiales-militares de extermino que controlan un alto
porcentaje de favelas.
http://observatoriodefavelas.org.br/noticias-analises/10-mil-mortes-em-10-anos/
34/ Sônia Fleury Megaeventos y violación de los derechos
humanos en Rio de Janeiro.
http://www.ihu.unisinos.br/entrevistas/520433-entrevista-especial-com-sonia-fleury
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